Este espacio fue concebido mientras pasaba largas horas escribiendo con pasión, pensamientos que fluían como ríos de tinta,; fruto de sentimientos y nostalgia.
Su único propósito fue siempre el de expresar a través de líneas escritas con el corazón, sentimientos que amenazaban con desbordarse.
Al paso del tiempo, el arrebato que inspiró esto, dejó de ser protagonista principal, pero jamás dejó de ser mi razón de escribir.
Con los años, mi mente me sigue llevando hacía él.
Y es por ello que mis letras siempre llevarán en el fondo de su orígen, una huella que representa mi amor hacía esa primigenia inspiración.
Más la vida sigue, otros apegos están por manifestarse, y se abren paso otros lugares donde depositar el corazón, donde plantar las ilusiones, donde ver crecer la esperanza.
Del ayer, del ahora, y tal vez del mañana continuaré hablando...
Este es mi espacio: eternamente en construcción, sin un plan maestro y estás mis crónicas...




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martes, julio 29, 2014

Deja que la vida te despeine (Mafalda)

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA



Todos deberíamos atender esta frase con intensidad, sin poses, disfrutando cada momento, cada experiencia, cada afecto. Sin lugar a dudas seríamos mucho más felices, por ello les comparto algo lindo que leí:

"Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine. Por eso he decidido disfrutarla con mayor intensidad.

El mundo está loco. Definitivamente loco. Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina.

Hacer el amor, despeina.
Reírte a carcajadas, despeina.
Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
Quitarte la ropa, despeina.
Besar a la persona que amas, despeina.
Jugar, despeina.
Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible.
Así que, como siempre y cada vez que nos veamos, yo voy a estar con el cabello despeinado. Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por un buen momento.

Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.

Puede que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera.

Las normas de este mundo exigen buena presencia: péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, come sano, camina derechita, ponte seria, ... Y quizá debería seguir las instrucciones, pero ¿cuando me van a dar la orden de ser feliz? Acaso no se dan cuenta que para lucir linda, me debo de sentir linda ... ¡La persona más linda que puedo ser!

Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que quiero ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres: entrégate, come rico, besa, abraza, baila, enamórate, relájate, viaja, salta, acuéstate tarde, levántate temprano, corre, vuela, canta, ponte linda, ponte cómoda, admira el paisaje, disfruta, y sobre todo, ¡deja que la vida te despeine...!

Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar."

Autor: Quino (Mafalda)

montse_rocco@hotmail.com

sábado, diciembre 14, 2013

El cucharón de plata ( o cómo no subestimar a las madres)

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


Federico vivía, en un apartamento con Carla.
Ante los ojos de la familia de Federico, Carla solo compartía apartamento con Federico...
Nadie podía demostrar otra cosa. Un día, Federico invita a su madre a cenar a su apartamento de soltero.
Durante la cena la madre no pudo quitar su atención en lo hermosa que era Carla, la compañera de apartamento de su hijo.
Durante mucho tiempo ella había tenido sospechas de que su hijo tenia relaciones con Carla y al verla, la sospecha no pudo sino acrecentarla.

En el transcurso de la velada, mientras veía el modo en que los dos se comportaban, se pregunto si estarían acostándose. 
Leyendo a su madre el pensamiento Federico le dijo:
- "Mamá, sé lo que estas pensando, pero te aseguro que Carla y yo sólo somos compañeros de apartamento"

Aproximadamente una semana después, Carla le comenta a Federico que desde el día en que su madre vino a cenar, no encontraba el cucharón grande de plata para servir la sopa. Federico le dijo que, conociendo a su madre, dudaba que ella se lo hubiese llevado pero que le escribiría una nota, y que la dejaría en un lugar visible en la casa de su madre... en la puerta de la nevera. Así que se sentó y escribió:

"Querida mama: No estoy diciendo que tú cogieras el cucharón de plata de servir la sopa, pero tampoco
estoy diciendo que no lo hicieras, pero el hecho es que éste ha desaparecido desde que tu viniste a cenar a mi apartamento.
Con todo cariño, Federico."

Unos días mas tarde, sobre su escritorio Federico encuentra una nota de su madre que decía:

"Querido hijo: No estoy diciéndote que te acuestas con Carla o que no te acuestas con Carla, pero el hecho es que si Carla se acostara en su propia cama, ya habría encontrado el cucharón de plata para servir sopa, que yo puse bajo sus sábanas
Con todo cariño, mamá."

Moraleja: a tu madre no la haces pendeja.

montse_rocco@hotmail.com

domingo, julio 14, 2013

La tristeza y la furia

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


En mi andar encontré un relato muy hermoso
Su autor: Jorge Bucay, gran conocedor del alma humana,nos acerca en forma de cuento dos sentimientos: la tristeza y la furia, expresado de forma simple e ingeniosa, para que vislumbremos lo perniciosos que son, cuando se adueñan de nuestra psique...

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas..
Había una vez...

Un estanque maravilloso.Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia. Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas, las dos, entraron al estanque.

La furia, apurada (como siempre está la furia), y sin saber por qué, se baño rápidamente y más rápidamente aún salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla encontró que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedarse al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad está escondida la tristeza.


montse_rocco@hotmail.com

miércoles, abril 17, 2013

Esbozo de un Prólogo

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


Escribir y darle forma  a mis pensamientos y emociones, por medio de las letras, me ha salvado de correr muchos peligros, de tomar decisiones equivocadas. Siempre he encontrado voces mágicas que me han susurrado que este mundo no es tan terrible, que la bruja no te va a transformar en sapo.

Escribir, leer, crear... me ha nutrido en épocas de sequía, en momentos en los que la vida "real" no daba muchas pistas,o confabula con sus laberínticas formas llevándome a encrucijadas de decisiones, transformando mi placidez momentánea y confort en formas caóticas o en los que los procesos vitales suponían una enorme incógnita.

Algunas veces he acabado confundida, más que tranquila. Sobre todo en temas amorosos. Me he encaprichado de aquellos que sabían dar con las palabras exactas para describir los sentimientos personales. Incluso he sentido lo que aún no había experimentado en mi propia piel y que mi ser desconocía por completo.
Los sentimientos con frecuencia pueden ser ilusorios. A veces nos figuramos amar porque necesitamos comprobar que somos capaces de vibrar con la existencia del amor, ¿O mejor dicho el objeto del pecado?

Los ideales se han ido ensalzando y diluyendo al compás de las verdades, breves sobre el papel, y grandes en esencia. Es doloroso descubrir como el valor de las palabras puede ser superior a lo descrito: ideal y realidad, un maligno y perverso matrimonio. Anida mucha crueldad en las falsas palabras: he tratado a verdaderos artífices del verbo que me engatusaban y engañaban con bonitas y educoloradas sílabas. También he conocido a personas rudas en su trato y, sin embargo, sensibles con la caricia.

Necesitamos descubrir quién se esconde detrás del pensamiento. Ponerle rostro a la voz seductora detrás de la palabra. Aunque advertidos estamos: nos podemos llevar una gran sorpresa, o  lo peor, una tremenda decepción. Las expectativas jamás son saciadas.
Como vivimos a un ritmo trepidante, e incierto no digerimos los deseos. No logramos sobrellevar las emociones, dejamos rendijas abiertas para que hurguen en nuestras imperfectas armaduras, por decisión o por error.
Vivimos a base de pruebas y errores. Por reciprocidad,, todo es para mi un Quid pro Quo. Por ello agradecemos que alguien traduzca y adivine nuestros movimientos sobre el tablero de ajedrez. Que adivine nuestro siguiente movimiento, que intuya, que anticipe, que tenga curiosidad.

Cada vez, me es más complicado conservar amantes. Y cada vez me cierro más, Culpare a mi desconfianza natural, es la culpable de que siempre espere la decepción, aún cuando nunca suceda. O mis exigencias son muy particulares. Hacer coincidir nuestros trepidantes ritmos de vida con nuestros sentimientos es casi imposible. Yo me entrego tanto a mis compromisos y deberes que no dejo tiempo para mis necesidades afectivas. O no dejo que enraícen, por miedo a mostrar debilidades, por códigos personales, por mi propia paz mental. La regla es nunca enamorarse y sí trasgrediste la regla deshazte del problema. ¿Que duele? Piénsalo y recuerdalo la siguiente vez que rompas las reglas.
Cada quien tiene su modo de despedirse, algunos son atroces, otros son sabios.
Sucede también que la imagen que proyecto a los demás marca a veces una distancia y confusiones. Pero me agrada eso, la confusión que crea, verme catalogada tan exquisitamente zorra, pero sorpresivamente tan selectiva a la hora de escoger compañero en turno para unas horas de placer.

Las mismas cosas que te unen a alguien, pueden ser las que en un momento te separan para siempre. No es raro que las experiencias obstruyan nuevos contactos.
Atrás quedan las primeras impresiones en las que el desconocimiento absoluto te daba completa libertad.
Las miradas furtivas seductoras que invitaban a continuar la charla o esa copa en un lugar más intimo.
Soy feliz cuando se dan esas circunstancias mágicas, cuando dos seres que aparentemente nada tienen en común, se comunican entre sí. El lenguaje que antecede y prevé al sexo, se nota en el aire, se huele. Es el juego de cazar y ser cazado. Cuando dejas fluir tu natural pasión y por un breve momento no te importa el mañana, Se crea un nuevo lenguaje cuando dos personas comparten un rato de pasión y éxtasis hasta el delirio.

¿Por que decidí escribir sobre el amor?
Podía escribir un cuento, sí así es, ¿Quizás hablar sobre una experiencia amorosa real? Sí también;  pero
¿Porque limitarme a sólo una experiencia?, cuando vivimos no una, no 10, nos enamoramos o creemos estarlo como ¡1000 veces!

Mis siguientes interrogantes fueron:
¿Cómo develar ciertos secretos sin herir la sensibilidad de los involucrados?
¿Podemos tratar solamente aquellos que no tengan efectos secundarios en nosotros mismos?
¿Somos capaces de revisar nuestra capacidad para el sentimiento, la pasión el éxtasis, sin perder la objetividad?
¿Es válido exponer estos temas al público, sin previa autorización o conocimiento de las otras partes involucradas?
¿No es manipular aprovechando una vulnerabilidad existente para empatizar con el  lector?

El deseo es algo irracional por el cual, uno siempre tiene que pagar un precio tan alto. Fue el sexo más caro de mi vida, lo pague con el alma.

Se podría conducir este tema divagando sobre historias pasadas que, de un profundo amor, cambiaron rotas a una insípida indiferencia. O quizás nos ayudaría la construcción de un árbol genealógico con los nombres de las personas que han desfilado por nuestras vidas, ¿O debí decir camas?, ¿sillones?, ¿rincones? ¿_____? (llena el espacio) y lo que nos han influido. O descubrir la parte que cada individuo revela de nosotros mismos. De los gestos que nuestro rostro ha heredado de amantes pasados. De lo que aprendemos a lo largo de los años y olvidamos rápido.

Hablar del amor es un tanto pretencioso. Luego me dije que lo más fácil era hablar de los amores de otros, pero sé con absoluta certeza que, de hacerlo hubiera pesado sobre mi conciencia por ser tan cobarde y tan manipuladora. Podemos destrozar vidas humanas desde la raíz conociendo su mundo sentimental, ¿no crees?
Podemos escuchar la cantidad de suspiros y lágrimas vertidas en el vacío, en el espacio abstracto de los teléfonos. ¿Cuantas veces no hemos escuchado llamadas añejas en el contestador y al final borrado por orgullo y rabia,  la voz de la persona que nos gustaba en ese momento?
Nos podemos enamorar de una voz como necesitamos de alguien que nos escuche para hablar de lo que más nos gusta.
Podemos releer cientos de veces notas, cartas en papel, guardadas en nuestra particular caja de Pandora, mensajes virtuales o correos en nuestros ordenadores y también ellos han seguido el final trágico de ser borrados, rotos o quemados. Cenizas arrojadas al viento en un momento de valor. Diciendo adiós a los recuerdos.  Las conversaciones o cartas viejas te enseñan que las promesas no se cumplen y que un "No te quiero perder" es igual a un "Te olvido mañana" ¡Bienvenida realidad!

Todo recuerdo tiene su canción.
¿Quien no encuentra cobijo en las letras de las canciones de nuestros grupos favoritos? Cantándolas con la más estúpida certeza de que por medio de las vibraciones sonoras y vapores etílicos llegarán. ¡Patético por Diosa! ¿Quién no ha bebido hasta la inconsciencia para olvidar por momentos? ¿Quien no ha descolgado nerviosamente el teléfono cuando filtras llamadas y suena el saludo de la persona amada? ¿Quien no ha vertido unas lagrimitas al sentirse humillado por el deseo incontrolable?
¿Quién?... ¿Acaso tú no?
Entonces si no has amado y sufrido, aún no has vivido, espera tú turno. Llegará

Por eso decidí escribir, darle forma a mi sueño quimérico  a mi Golem personal, darle vida al monstruo, esperando poderlo controlar.
A veces, tengo una una idea en la cabeza durante mucho tiempo y una extraña barrera no me permite ejecutarla. El mundo de una persona no es más que esos intentos para formular las ideas que nos pasan por la cabeza.
Te invito querido lector a sumergirte en los anales de mi mente, mis pensamientos, mis memorias un poco diluidas, mis vivencias anécdoticas, donde hay algo de verdad en la ficción, no te confíes, nada es verdad, nada es mentira, recuerda que son sólo unas crónicas de una perversa mente dañada.

(Prologo de un libro)

montse_rocco@hotmail.com

martes, abril 02, 2013

La Llorona (Historias detrás de una canción)

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA




 La canción de La Llorona es un famoso Son Istmeño Mexicano, característico del Istmo de Tehuantepec (Oaxaca) conocido particularmente por su estrofa "Tápame con tu rebozo, Llorona, Porque me muero de frío" 
No tiene un autor específico, pero muchos cantantes han creado o copiado versos que convierten a esta canción en una historia de amor y dolor muy representativa de la época Revolucionaria Mexicana.

Tiene sus orígenes en el istmo y data desde mediados de la década de 1850 junto con la Zandunga, y tiene una versión del son jarocho llamado "La Lloroncita" que se escucha en la cuenca del Papaloapan, y data de la misma época. Hay una versión con un tiempo aumentado del grupo Amanecer.


La Llorona se refiere a una diosa Mexica: La Cihuacóatl que era la protectora de los partos y madre de Mixcóatl al que abandonó. La tradición dice que siempre regresa a buscar a su hijo, pero en su lugar encuentra un cuchillo de sacrificios. Entre las muchas señales que hubo antes de la llegada de los españoles, se dice que en la gran Tenochtitlán se escuchaba el lamento de  La Cihuacóatl que lloraba por sus hijos, los Mexicas, pues iban a ser destruidos. Después se adaptó al virreinato.

De hecho en toda Latinoamérica: México, Argentina, Uruguay, Honduras, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, hay una versión de la llorona. En todas se trata de lo mismo: una mujer abandonada mata a sus hijos y su alma pena por ellos. Sólo en México se habla de ella como una diosa desde mucho antes de la llegada de los españoles. No es raro que éstos hayan adaptado y difundido la leyenda puesto que Latinoamérica era territorio español y esas anécdotas eran cosa de todos los días.

Poco a poco, al través de los tiempos la vieja tradición de La Llorona ha ido, como decíamos, borrándose del recuerdo popular. Sólo queda memoria de ella en los fastos mitológicos de los aztecas, en las páginas de antiguas crónicas, en los pueblecillos lejanos, o en los labios de las viejas abuelitas, que intentan asustar a sus inocentes nietezuelos, diciéndoles: ¡Ahí viene La Llorona!

Pero La Llorona se va, porque los niños de hoy no se espantan con los fantasmas del pasado y se encaran muchas veces con las realidades del presente.


Y en vista de que este post ha tenido tanta aceptación y es el preferido por los lectores añadiré algunos datos extras:

Letra de la canción en sus diferentes versiones


Está es la versión más antigua y la más completa

Todos me dicen el negro, llorona,
negro, pero cariñoso.
Yo soy como el chile verde, llorona,
picante, pero sabroso.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
llévame al río.
Tápame con tu rebozo, llorona,
porque me muero de frío.
No sé qué tienen las flores, llorona,
las flores del camposanto.
Que cuando las mueve el viento, llorona,
parece que están llorando.
La luna es una mujer, llorona,
y por eso el sol de España
anda que bebe los montes, llorona,
porque la luna lo engaña.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
de un campo lirio.
El que no sabe de amores, llorona,
no sabe lo que es martirio.
Yo te soñaba dormida, llorona,
dormida te estabas quieta,
pero en llegando el olvido, llorona,
soñé que estabas despierta.
Si por que te quiero quieres, llorona,
quieres que te quiera más.
Si ya te he dado la vida, llorona,
qué más quieres, quieres más.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
de ayer y hoy.
Ayer maravilla fui, llorona,
y ahora ni sombra soy.
Salías del templo un día, llorona,
cuando al pasar yo te vi.
Hermoso huipil llevabas, llorona,
que la Virgen te creí.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
de azul celeste
y aunque la vida me cueste, llorona,
no dejaré de quererte.
Si porque te quiero quieres, llorona,
que yo la muerte reciba,
que se haga tu voluntad, llorona,
por suerte de Dios no viva.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
tú eres mi chunca.
Me quitarán de quererte, llorona,
pero de olvidarte nunca.
A un Santo Cristo de fierro, llorona,
mis penas le conté yo.
Cuáles no serían mis penas, llorona,
que el Santo Cristo lloró.
Dos besos llevo en alma, llorona,
que no se apartan de mí,
el último de mi madre, llorona,
y el primero que te di.
Dicen que no tengo luto, llorona,
porque no me ven llorar.
Hay muertos que no hacen ruido, llorona,
y es más grande su penar.
Ay de mí llorona, llorona, llorona, llorona,
del canto alegre.
También de dolor se canta, llorona,
cuando llorar no se puede.
Cada vez que entra la noche, llorona,
me pongo a pensar y digo:
de qué me sirve la cama, llorona,
si tú no duermes conmigo.
Me subí al pino más alto, llorona,
a ver si te divisaba,
como el pino era tierno, llorona,
al verme llorar, lloraba.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
de azul turquí.
Ayer lloraba por verte, llorona,
y hoy lloro porque te vi.
De la mar vino una carta, llorona,
que me mandó la sirena
y en la carta me decía, llorona,
quien tiene amor tiene pena.
Si al cielo subir pudiera, llorona,
las estrellas te bajara;
la luna a tus pies pusiera, llorona,
con el sol te coronara.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
de negros ojos.
Ya con esta se despide, llorona,
tu negrito soñador.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
busca un porrillo.
Y el que no sabe de amores, llorona,
no sabe lo que es martirio.
La pena y lo que no es pena, llorona,
todo es pena para mí.
Ayer penaba por verte, llorona,
y hoy peno porque te vi.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
llévame a ver
donde de amores se olvida, llorona,
y se empieza a padecer.
Alza los ojos y mira, llorona,
allá en la mansión obscura
una estrella que fulgura, llorona,
y tristemente suspira.
Es Venus que se retira, llorona,
celosa de tu hermosura.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
que si que no,
la luz que me alumbraba, llorona,
en tinieblas me dejó.
Dicen que el primer amor, llorona,
es grande y es verdadero,
pero el último es mejor, llorona,
y más grande que el primero.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
dame una estrella.
Qué me importa que me digan, llorona,
que tú ya no eres doncella.
Si mueres muero contigo, llorona,
si vives te sigo amando.
En el cielo nace el sol, llorona,
en el mar nace la luna.
Y en el corazón me nace, llorona,
quererte como a ninguna.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
de azul silvestre.
Pon tu rebozo en el aire, llorona,
para decir que me quieres.
No creas que porque canto, llorona,
tengo el corazón alegre.
También de dolor se canta, llorona,
cuando llorar no se puede.
Ay de mí llorona, llorona, llorona,
del sentimiento.
El que no sabe de amores, llorona,
no sabe lo que yo siento.
********************************************************************************
Versión de Chavela Vargas

Todos me dicen el negro, Llorona
Negro pero cariñoso.
Todos me dicen el negro, Llorona
Negro pero cariñoso.
Yo soy como el chile verde, Llorona
Picante pero sabroso.
Yo soy como el chile verde, Llorona
Picante pero sabroso.
Ay de mí, Llorona Llorona,
Llorona, llévame al río
Tápame con tu rebozo, Llorona
Porque me muero de frió
Si porque te quiero quieres, Llorona
Quieres que te quieres más
Si ya te he dado la vida, Llorona
¿Qué mas quieres?
¿Quieres más?
********************************************************************************
Versión de Raphael

Salías de un templo un dia, llorona
cuando al pasar yo te vi
salías de un templo un dia, llorona
cuando al pasar yo te vi.

Hermoso huipil llevabas, llorona
que la Virgen te creí
hermoso huipil llevabas, llorona
que la Virgen te creí.

¡Ay de mi llorona!, llorona, llorona
de un campo lirios
¡ay de mi llorona!, llorona
de un campo lirios.

El que no sabe de amores, llorona
no sabe lo que es martirio
el que no sabe de amores, llorona
no sabe lo que es martirio.

No sé lo que tienen las flores, llorona
las flores de un camposanto
no sé lo que tienen las flores, llorona
las flores de un camposanto.

Que cuando las mueve el viento, llorona
parece que estan llorando
que cuando las mueve el viento, llorona
parece que estan llorando

¡Ay de mi llorona!, llorona,
llévame al río
¡ay de mi llorona!, llorona, llorona
llévame al río

Tápame con tu rebozo , llorona
porque me muero de frío
tápame con tu rebozo. llorona
porque me muero de frío.

Dos besos llevo en el alma, llorona
que no se apartan de mi
dos besos llevo en mi alma, llorona
que no se apartan de mi.

El último de mi madre, llorona
y el primero que te di
el último de mi madre, llorona
y el primero que te di.


********************************************************************************
Y también el legendario grupo de rock mexicano Caifanes le dedico un Son a La Llorona, escúchenlo:

Desde el fondo de la tierra
Fantasmas humanos se buscan
Algunos olvidan frío
Otros nunca se encuentran
Hacen temblar la vida
Tiemblan sueños
Tiembla amor

-Ay!, no quiero amarte, Llorona
-Ay!, no quiero llorar contigo
-Ay!, déjame ver tu piel
-Ay!, déjame ser tu piel
Déjame ayudarte
Na'más dime como
Y así será...
Y así será...

Desde el fondo de la tierra
Mas allá de la existencia
Flotan almas solas
Todas crucificadas
Hombres y mujeres lloran
Por un amor
Que nunca tuvieron

-Ay!, no quiero amarte, Llorona
-Ay!, no quiero llorar contigo
-Ay!, déjame ver tu piel
-Ay!, déjame ser tu piel
Déjame ayudarte
Na'más dime como
Y así será...
Y así será...
********************************************************************************
La Llorona (Leyenda original)

Los cuatros sacerdotes aguardaban expectantes. 
Sus ojillos vivaces iban del cielo estrellado en donde señoreaba la gran luna blanca, al espejo argentino del lago de Texcoco, en donde las bandadas de patos silenciosos bajaban en busca de los gordos ajolotes. Después confrontaban el movimiento de las constelaciones estelares para determinar la hora, con sus profundos conocimientos de la astronomía. De pronto estalló el grito....

Era un alarido lastimoso, hiriente, sobrecogedor. Un sonido agudo como escapado de la garganta de una mujer en agonía. El grito se fue extendiendo sobre el agua, rebotando contra los montes y enroscándose en las alfardas y en los taludes de los templos, rebotó en el Gran Teocali dedicado al Dios Huitzilopochtli, que comenzara a construir Tizoc en 1481 para terminarlo Ahuizotl en 1502 si las crónicas antiguas han sido bien interpretadas y pareció quedar flotando en el maravilloso palacio del entonces Emperador Moctezuma Xocoyótzin. 
- Es Cihuacoatl! -exclamó el más viejo de los cuatro sacerdotes que aguardaban el portento. 
- La Diosa ha salido de las aguas y bajado de la montaña para prevenirnos nuevamente-, agregó el otro interrogador de las estrellas y la noche.

Subieron al lugar más alto del templo y pudieron ver hacia el oriente una figura blanca, con el pelo peinado de tal modo que parecía llevar en la frente dos pequeños cornezuelos, arrastrando o flotando una cauda de tela tan vaporosa que jugueteaba con el fresco de la noche plenilunar.

Cuando se hubo opacado el grito y sus ecos se perdieron a lo lejos, por el rumbo del señorío de Texcocan todo quedó en silencio, sombras ominosas huyeron hacia las aguas hasta que el pavor fue roto por algo que los sacerdotes primero y después Fray Bernardino de Sahagún interpretaron de este modo:

"...Hijos míos... amados hijos del Anáhuac, vuestra destrucción está próxima...."

Venía otra sarta de lamentos igualmente dolorosos y conmovedores, para decir, cuando ya se alejaba hacia la colina que cubría las faldas de los montes:

"...Adónde iréis.... adónde os podré llevar para que escapéis a tan funesto destino.... hijos míos, estáis a punto de perderos..."

Al oír estas palabras que más tarde comprobaron los augures, los cuatro sacerdotes estuvieron de acuerdo en que aquella fantasmal aparición que llenaba de terror a las gentes de la gran Tenochtitlán, era la misma Diosa Cihuacoatl, la deidad protectora de la raza, aquella buena madre que había heredado a los dioses para finalmente depositar su poder y sabiduría en Tilpotoncátzin en ese tiempo poseedor de su dignidad sacerdotal.

El emperador Moctezuma Xocoyótzin se atusó el bigote ralo que parecía escurrirle por la comisura de sus labios, se alisó con una mano la barba de pelos escasos y entrecanos y clavó sus ojillos vivaces aunque tímidos, en el viejo códice dibujado sobre la atezada superficie de Amatl y que se guardaba en los archivos del imperio tal vez desde los tiempos de Itzcoatl y Tlacaelel.

El emperador Moctezuma, como todos los que no están iniciados en el conocimiento de la hierática escritura, sólo miraba con asombro los códices multicolores, hasta que los sacerdotes, después de hacer una reverencia, le interpretaron lo allí escrito.

-Señor,  -le dijeron-, estos viejos anuales nos hablan de que la Diosa Cihuacoatl aparecerá según el sexto pronóstico de los agoreros, para anunciarnos la destrucción de vuestro imperio. 
    Dicen aquí los sabios más sabios y más antiguos que nosotros, que hombres extraños vendrán por el Oriente y sojuzgarán a tu pueblo y a ti mismo y tú y los tuyos serán de muchos lloros y grandes penas y que tu raza desaparecerá devorada y nuestros dioses humillados por otros dioses más poderosos.

- ¿Dioses más poderosos que nuestro Dios Huitzilopochtli, y que el Gran Destructor Tezcatlipoca y que nuestros formidables dioses de la guerra y de la sangre? -preguntó Moctezuma bajando la cabeza con temor y humildad.

- Así lo dicen los sabios y los sacerdotes más sabios y más viejos que nosotros, señor. Por eso la Diosa Cihuacoatl vaga por el Anáhuac lanzando lloros y arrastrando penas, gritando para que oigan quienes sepan oír, las desdichas que han de llegar muy pronto a vuestro Imperio.

Moctezuma guardó silencio y se quedó pensativo, hundido en su gran trono de alabastro y esmeraldas; entonces los cuatro sacerdotes volvieron a doblar los pasmosos códices y se retiraron también en silencio, para ir a depositar de nuevo en los archivos imperiales, aquello que dejaron escrito los más sabios y más viejos.

Por eso desde los tiempos de Chimalpopoca, Itzcoatl, Moctezuma, Ilhuicamina, Axayácatl, Tizoc y Ahuizotl, el fantasmal Augur vagaba por entre los lagos y templos del Anáhuac, pregonando lo que iba a ocurrir a la entonces raza poderosa y avasalladora.

Al llegar los españoles e iniciada la conquista, según cuentan los cronistas de la época, una mujer igualmente vestida de blanco y con las negras crines de su pelo tremolando al viento de la noche, aparecía por el Sudoeste de la Capital de la Nueva España y tomando rumbo hacia el Oriente, cruzaba calles y plazuelas como al impulso del viento, deteniéndose ante las cruces, templos y cementerios y las imágenes iluminadas por lámparas votivas en pétreas hornacinas, para lanzar ese grito lastimero que hería el alma.

-Aaaaaaaay mis hijos... Aaaaaaay aaaaaaay!

El lamento se repetía tantas veces como horas tenía la noche la madrugada en que la dama de vestiduras vaporosas jugueteando al viento, se detenía en la Plaza Mayor y mirando hacia la Catedral musitaba una larga y doliente oración, para volver a levantarse, lanzar de nuevo su lamento y desaparecer sobre el lago, que entonces llegaba hasta las goteras de la Ciudad y cerca de la traza.

Jamás hubo valiente que osara interrogarla. Todos convinieron en que se trataba de un fantasma errabundo que penaba por un desdichado amor, bifurcando en mil historias los motivos de esta aparición que se transplantó a la época colonial.

Los románticos dijeron que era una pobre mujer engañada, otros que una amante abandonada con hijos, hubo que bordaron la consabida trama de un noble que engaña y que abandona a una hermosa mujer sin linaje.

Lo cierto es que desde entonces se le bautizó como "La llorona", debido al desgarrador lamento que lanzaba por las calles de la Capital de Nueva España y que por muchos lustros constituyó el más grande temor callejero, pues toda la gente evitaba salir de su casa y menos recorrer las penumbrosas callejas coloniales cuando ya se había dado el toque de queda.

Muchos timoratos se quedaron locos y jamás olvidaron la horrible visión de "La llorona", hombres y mujeres "se iban de las aguas" y cientos y cientos enfermaron de espanto.

Poco a poco y al paso de los años, la leyenda de La Llorona, rebautizada con otros nombres, según la región en donde se aseguraba que era vista, fue tomando otras nacionalidades y su presencia se detectó en el Sur de nuestra insólita América en donde se asegura que todavía aparece fantasmal, enfundada en su traje vaporoso, lanzando al aire su terrífico alarido, vadeando ríos, cruzando arroyos, subiendo colinas y vagando por cimas y montañas.

Leyenda de la Llorona

Con el rostro cubierto por un velo y llorando en las noches de niebla describen los mexicanos a su fantasma particular: La Llorona, legendario personaje identificado con un espíritu maligno, un alma en pena o una diosa caída en la desgracia.
La leyenda cuenta sobre un espíritu errante y su agónico lamento que raya en lo sobrenatural, el cual por más de cinco siglos ha deambulado con paso lento por las calles del Centro Histórico de la capital.Se dice que con su desgarrador llanto estremece a quienes la escuchan. Muchos aseguran que viste de blanco, otros que lleva un manto tan negro como la noche, y en su desesperación no se da cuenta de que está muerta, mientras de los labios escapa una queja permanente “Ay, mis hijos”.

De acuerdo con la versión más extendida, la inquietante aparición corresponde a una mujer que en vida mató o le mataron a su hijo o hijos y enloqueció al tratar de encontrar sus cuerpos o sus almas.

Las visiones se remontan a los años anteriores a la conquista de México por los españoles; se dice que recorrió las calles de Tenochtitlán, centro del imperio azteca y actual Ciudad de México, para advertir a sus habitantes que morirían a manos de un invasor.
Quienes quedaron para contarlo dijeron haber distinguido a una mujer vestida de blanco, con un velo, flaca y macilenta, que se arrodillaba al mirar a Oriente en la Plaza Mayor, cuya imagen se desvanecía entre la bruma al llegar al lago Texcoco.
Las apariciones encendieron la imaginación popular que aún intenta dar explicación al sufrimiento de la misteriosa dama y su procedencia.

En la versión original, es identificada como la diosa de la guerra Cihuacóatl, que alertaba a los mexicas -también llamados aztecas- con eventos terribles por venir, concretamente la llegada de los españoles y la destrucción del imperio.
Otra versión indica que se trata del alma de La Malinche (1502-1529), quien tradujo la lengua de los mexicas al conquistador Hernán Cortés y aún pena por supuestamente traicionar a los suyos durante la Conquista de México.

También se relata la tragedia de una mujer ostentosa y codiciosa que, al enviudar, perdió su riqueza y por no soportar la miseria ahogó a sus hijos y se suicidó, pero regresó del más allá para penar por sus crímenes.
Otros refieren que quedó embarazada sin haberse casado, abortó y lanzó al bebé a las aguas de un río, por lo cual fue castigada con la búsqueda eterna del infante.

Asimismo se evoca la historia de una joven enamorada que murió un día antes de casarse y traía al novio la corona de rosas, la cual nunca llegó a ceñirse, o a una esposa muerta en ausencia del marido, a quien buscaba para darle un último beso.
No faltan quienes relatan que se trata de una mujer asesinada por su marido, quien reaparece para lamentar su muerte y confesar su inocencia, una prostituta arrepentida o una sirena que sale del mar tras los pasos de su galán.

Folclor y mitología van de la mano en la historia de ese espíritu que mantiene una relación especial con la muerte y a quien ven aquellos que perciben cerca su propio deceso, personas con habilidades especiales o animales con aguzados sentidos, como los perros.

Una leyenda transnacional es esta de La Llorona, inspiradora de canciones de la lírica popular, sones y huapangos, se han creado obras de teatro y filmes, pues se han realizado películas con este tema, ha sido motivo de libros referente al tema y cuentos y leyendas para niños. Hoy sobrevive en la imaginería popular, trascendió fronteras y se le considera un miembro notable de la comunidad chicana en Estados Unidos.
Antropólogos e historiadores intentan descifrar su significado en la cultura mexicana sometiéndola al psicoanálisis, y ella, como personaje de las ligas del horror que se respeta, ya cuenta con su propia página en Internet.
Sus seguidores aseguran que le gusta fumar tabaco, escuchar música de guitarras y aunque por lo general es inofensiva, puede ser especialmente cruel con los borrachos, los adúlteros y los aficionados al juego.

La historia es común a varios países de Latinoamérica. Los chilenos por ejemplo, la consideran una guía de los muertos, a quienes indica, con sus pasos y llantos, el camino que debe recorrer el difunto para dirigirse al más allá.
En Costa Rica, la leyenda define al espectro como la mujer que busca a su hijo en cualquier lugar con agua, ya sea en ríos o lagos debido a que éste murió ahogado, y en Argentina es un espíritu maligno.
Los llaneros venezolanos la vinculan en un triste triángulo amoroso y aconsejan llevar hojas de tabaco en el bolsillo para brindarle y que se aleje; otros recomiendan mantener la calma y abandonar el lugar donde esté sin dar la espalda jamás.

Este fantasma llegó para quedarse, aún cuando evocar su lastimero llanto trasmite escalofríos al más valiente mortal y el estribillo de una de sus canciones recuerda la centenaria promesa: “Y aunque la vida me cueste, Llorona, no dejaré de quererte”.


Fuente: González Torres,Yolotl (1995). Diccionario de mitología y religión de Mesoamérica., leyenda del dominio popular, notas en internet, wikipedia.

Y mi versión favorita de la llorona por motivos muy personales:

montse_rocco@hotmail.com

viernes, marzo 29, 2013

El ruiseñor y la rosa


CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA

Un ruiseñor vivía en el jardín de una casa. Todas las mañanas una ventana se abría y un joven comía su pan… mientras miraba la belleza del jardín. Siempre caían migajas de pan en el antepecho de la ventana. El ruiseñor comía las migajas creyendo que el joven las dejaba a propósito para él. Así, creció un gran afecto por aquel que se preocupaba en alimentarlo… aunque sea con migajas.
Un día el joven se enamoró. Pero al declararse, su amada impuso una condición para retribuir su amor: Que a la mañana siguiente él le trajese la rosa roja más bonita.
El joven recorrió todas las florerías de la ciudad, pero su búsqueda fue en vano. Ninguna rosa…mucho menos roja.
Triste, desolado, fue a pedir ayuda al jardinero de su casa.
El jardinero declaró que él podría obsequiarla con petunias, violetas, claveles. Cualquier flor menos rosas. Las rosas estaban fuera de temporada; era imposible conseguirlas en aquella estación.
El ruiseñor habiendo escuchado la conversación quedó con pena por la desolación del joven. Tenía que hacer algo para ayudar a su amigo a conseguir la flor.
Entonces el ave buscó al Dios de los pájaros, quien le dijo:
- Tú puedes conseguir una rosa roja para tu amigo… ¡pero el sacrificio es grande y podría costarte la vida!
- No importa, respondió el ave. ¿Qué debo hacer?
- Bien, tendrás que encaramarte en un rosal y allí cantar la noche entera, sin parar. El esfuerzo es muy grande; tu pecho puede no aguantar…
- Así lo haré, respondió el ave. ¡Es para la felicidad de un amigo!
Cuando oscureció, el ruiseñor se encaramó en medio de un rosal que quedaba enfrente de la ventana del joven.
Allí se puso a cantar su canto más alegre, pues precisaba esmerarse en la formación de la flor.
Una gran espina comenzó a entrar en el pecho del ruiseñor y cuanto más cantaba, más entraba la espina en su pecho.
Pero el ruiseñor no paró.
Continuó su canto, por la felicidad de un amigo. Un canto que simbolizaba gratitud, amistad. Un canto de donación hasta de su propia vida

Por la mañana, al abrir su ventana, el joven se detuvo delante de la más linda rosa roja, formada por la sangre del ruiseñor. Ni cuestionó el milagro, enseguida recogió la rosa.
Al ver el cuerpo inerte de la pobre ave, el joven dijo:
- ¡Qué estúpida ave! Teniendo tantos árboles para cantar, vino a posarse justamente en medio del rosal que tiene espinas. Por lo menos ahora dormiré mejor, sin tener que escuchar su tonto canto.

Es muy triste, pero desgraciadamente…
Cada uno da lo que tiene en el corazón.
Y cada uno recibe con el corazón que tiene….

montse_rocco@hotmail.com

lunes, marzo 11, 2013

Los dos sacos

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


Hay una antigua leyenda acerca de tres hombres, cada uno de los cuales, cargaba dos sacos, sujetos a sus cuellos, uno al frente y el otro a sus espaldas.
Cuando al primero de ellos le preguntaron que había en sus sacos, el dijo:

"Todo cuanto de bueno me han dado mis amigos se halla en el saco de atrás, ahí fuera de la vista, y al poco tiempo olvidado"
“El saco de enfrente contiene todas las cosas desagradables que me han acontecido y, en mi andar, me detengo con frecuencia, saco esas cosas y las examino desde todos los ángulos posibles. Me concentro en ellas y las estudio.
Y dirijó todos mis sentimientos y pensamientos hacía ellas"

Én consecuencia, como el primer hombre siempre se estaba deteniendo para reflexionar sobre las cosas desafortunadas que le habían sucedido en el pasado, lo que lograba avanzar era muy poco. Cuando al segundo hombre le preguntaron qué era lo que llevaba en sus dos sacos, el respondió:

"En el saco de enfrente están todas las buenas acciones que he hecho. Las llevo delante de mí y continuamente las saco y las exhibo para que todo mundo las vea. Mientras que el saco que llevo atrás, contiene todos mis errores. Los llevo conmigo a donde quiera que voy. Es mucho lo que pesan y no me permiten avanzar con rapidez, pero por alguna razón, no puedo desprenderme de ellos"

Al preguntarle al tercer hombre sobre sus sacos, él contestó: "El saco que llevo al frente, está lleno de maravillosos pensamientos acerca de la gente, los actos bondadosos que han realizado y todo cuanto de bueno he tenido en mi vida. Es un saco muy grande y está lleno, pero no pesa mucho. Su peso es como las velas de un barco "lejos de ser una carga" me ayudan a avanzar. Por su parte, el saco que llevo a mis espaldas está vacío, pues le he hecho un gran orificio en el fondo.
En ese saco, puse todo lo malo que escuché de los demás así como todo lo malo que a veces pienso acerca de mí mismo. Esas cosas se fueron saliendo por el agujero y se perdieron para siempre, de modo que ya no hay peso que me haga más penoso el trayecto."

montse_rocco@hotmail.com

jueves, noviembre 15, 2012

Cicatrices


CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


_¿Mi nombre? ¿Es necesario?...

Asentí, era la tercera vez que tenía que repetir a ese característico e inusual grupo que tenían que empezar mencionando su nombre y de ahí podían abordar el tema que desearán o compartirnos lo que tuvieran que decir. ¡¿No entendía porque les era tan difícil decir un nombre?! ¿Acaso no podían inventarse uno?

Impaciente, con un tono crítico, rebelde; aquella chica de ojos penetrantes y mirada  dura comenzó:

_Mi nombre es Rocío y no pienso catalogarme ni etiquetarme, con los trillados estereotipos: "soy depresiva, soy suicida, soy alcohólica, soy..."_  Y  levanto sus dedos en un gesto indicando entrecomillas (")  para enfatizar lo que decía.
_ ¡Y odio las etiquetas y los clasicismos!

Entrecerré los ojos y no pude disimular una sonrisa pensando: ¡Vaya! teníamos aquí al segundo espíritu indómito que nos hacía falta para cerrar y estabilizar al grupo, Observe una vez más sus rostros, ponderé el frágil y desigual equilibrio que hasta ahora mantenía a los otros, siendo absorbidos y hasta cierto punto liderados por la magnética y avasalladora personalidad de Enrique. Era el contrapeso idóneo e inesperado para contrarrestar el exceso de testosterona que nos abrumaba.

Deje de lado mis pensamientos y comencé a poner atención al relato de Rocío.

_Sí confío en mis recuerdos, cosa que a veces debemos de evitar, pues en algún lado leí que los recuerdos en nuestra mente son como pequeños objetos guardados dentro de una cajita y cuando los sacas, revisas, manipulas, observas y un sin fin de manoseos que les hacemos a esos pequeños objeto-recuerdos, al regresar a la cajita-mente  nunca regresan igual, y cuando los vuelvas a sacar volverán a pasar por el proceso mencionado y cada manoseo ira modificando el recuerdo hasta volverlo irreconocible, así que por eso no debo confiar mucho en mi cajita de recuerdos.

_Fue hace algunos años ya, estaba de visita en casa de mis padres y mientras ayudaba a preparar el almuerzo cotilleábamos, poniéndome al día de todos los nuevos sucesos que acontecían y que invariablemente me perdía por vivir lejos de ellos.

_Así que en esos momentos en la cocina, acompañadas de unos aromáticos cafés y los entrañables olores que me hacían añorar mi antiguo hogar, mi madre me contaba los pormenores de todo lo que acontecía, novedades  de mis hermanos y  los nuevos pretendientes en turno de mi hermana pequeña.  Ella era el claro ejemplo de metamorfosis de la que siempre escuchamos, después de ser una niña sin mucha gracia, hoy extendía sus bellas alas de mariposa y resplandecía bajo los rayos del sol. Así que la lista de pretendientes era larga, casi siempre cambiante pues a mi madre como se dice coloquialmente no le "llenaban el ojo" y aconsejaba de forma amorosa y protectora a mi pequeña hermana para que eligiera bien sin precipitaciones.
Así que me dije hoy conoceré al nuevo y fantástico pretendiente del que mis padres hablan y sienten admiración y aprueban totalmente. Mientras almorzábamos no pude evitar preguntar más detalles, inteligente, educado, "demasiado educado" interrumpía mi padre, cortés en demasía, ha leído y sabe bastante, entablamos largas charlas por la noche que el tiempo transcurre sin pensarlo.

_Eso era lo que más me repateaba y me amargaba, el siempre brillo en sus ojos, la satisfacción indisimulable cuando se refería a todo lo que hacía o estaba relacionado con mi hermana, nunca pude evitar sentirme menospreciada, poco entendida y menos querida. ¿Acaso nada de lo que yo hiciere les causaba orgullo?

Se detuvo de súbito, Rocío en su relato-presentación, le brillaron los ojos por un fugaz momento, ese temblor ligero casi al final, quebrando la última frase; casi imperceptiblemente. Sólo lo notamos dos personas, en esa habitación, uno de ellos era Enrique que era demasiado agudo y observador y  yo. Pero ese era mi trabajo escucharlos, observar el mínimo detalle y ayudarles a encajar el rompecabezas de su mente, de su vida.

Pero Enrique se erguía siempre en su asiento y se interesaba en el acto, dejaba a un lado la actitud indolente y de aburrimiento, pareciese que olfateará la sangre, del animal herido, que el hecho de hallar grietas en las armaduras que todos invariablemente nos vamos forjando con los años, le divirtiese.

Al advertir el cambio en su voz y la súbita interrupción, fueron los detonantes para su atención inmediata en Rocío, la chica nueva que se había unido hoy al grupo.

_Rabia, dolor y amargura_ soltó Enrique, sin preámbulos, sin tacto, sin piedad.

Había resumido en tres palabras lo que yo hubiese redactado en una plana para diagnosticarla, de la manera más diplomática y delicada posible. Ahora a esperar la reacción, ¿Sería igual a la de los demás?  Enrique hizo lo que siempre sabía hacer muy bien y tenía tan perfeccionado: asestar golpes directos.

Una sonrisa socarrona se dibujo en el rostro de Enrique, expectante esperaba la clásica reacción: en las mujeres el llanto desesperado, en los hombres la súbita furia y el deseo de golpearlo por impertinente.
Ladeo ligeramente la cabeza, alzo la ceja e hizo ese movimiento tan característico en él, apretó ligeramente el puño, como preparándose para el contrataque. 

Lo conocía demasiado bien, más de lo que a él le agradara y quisiese. Enrique era el miembro más antiguo del grupo, llego totalmente abatido, como un animal herido, como un hombre que ha caído al infierno más profundo y en el cual se sumerge gustoso y decide no salir de ahí. Dos años de trabajo arduo con él, habían logrado empezar a sacarlo de su infierno personal, con él había profundizado y experimentado en un breve tiempo, lo que tal vez hubiese practicado en un largo periodo con otras personas, era mi "gimnasio psicológico" como me gustaba referirme a él; por el grado de mutuo aprendizaje que ambos habíamos logrado, era una constante retroalimentación.

Así que yo internamente también esperaba expectante la reacción de Rocío.  
 
Rocío, volteo el rostro y miro penetrantemente a Enrique, lo estudio, tal pareciese que esos segundos eran de reconocimiento a su adversario, media las fuerzas, sopesaba riesgos, y acepto gustosa el reto.

Enrique la miraba burlonamente, empezaba a inquietarle que la chica no rompiese en llanto y sólo lo observara con esos ojos de mirar lento y profundo.

_”Rabia, dolor y amargura”. Sólo aquel que ha vivido subyugado por sus demonios, esclavizado por el miedo a liberarse de ellos, lo reconoce tan rápido en otros_ Lo soltó lento y pausado Rocío.

Enrique parpadeo un instante, ¿Que había dicho? Aún no alcanzaba a registrar ese certero golpe que nunca vio venir.

Se oyeron unas breves risas. Eran Rodrigo y Manuel que no intentaban disimular la satisfacción que les causo la respuesta tan concisa de Rocío. 
Observo  de soslayo a Enrique, que estaba totalmente serio. La única impasible, sin levantar la vista siquiera, sumida en sus propios pensamientos como siempre era Gina.

_ ¿No es que estamos hoy aquí, cómplices de secretos venideros y jugadores en está extraña partida, donde el juego del destino en sus enigmáticas y laberínticas formas nos ha hecho jugadores, compañeros y adversarios? Hoy te descubres como mi antagonista, ¿pero sabes que cuando el juego termina, peón y rey se guardan en la misma caja?

Enrique, silencioso, valoraba lo que acababa de escuchar, nunca imagino encontrarse en el lugar menos indicado, a una mujer tan astuta y certera. Siempre ha sido de la idea que entre gitanos no se leen la mano, pero acababa de descubrir que era una de sus reglas que en ese instante más que nunca deseaba romper. Y  lo haría gustoso y sin remordimiento alguno…(continua)

(Fragmento capitulo 1)
Continua...

montse_rocco@hotmail.com

jueves, septiembre 27, 2012

La leyenda de los 4 demonios

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA

En el principio de los tiempos, se reunieron cuatro demonios para hacer una travesura.
Uno de ellos dijo:-."Debemos quitarles algo a los hombres, ¿pero qué les quitamos?".
 Después de mucho pensar uno dijo:-."¡Ya se!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que no la puedan encontrar".
Propuso el primero:-."Vamos a esconderla en la cima del monte mas alto del mundo, a lo que inmediatamente repuso otro:
-."No, recuerda que tienen fuerza, y alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde esta".
Luego propuso otro:
-."Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar", y otro contesto:
-."No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrara".
Uno mas dijo:-."Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra".
-."No, recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad". Le dijeron
El último de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizo cada una de ellas y entonces dijo:
-."Creo saber donde ponerla para que realmente nunca la encuentren". Todos voltearon asombrados y preguntaron al mismo tiempo:
-."¿Donde?".-."La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontraran". Respondió el demonio.
Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.

montse_rocco@hotmail.com

domingo, septiembre 09, 2012

Delirios danzando


CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


_... “Me he cansado de ser un ente solitario, la que no profundiza  en sus amistades, la que sólo mantiene  charlas superfluas, la del “hola”, “adiós”, “buenas tardes”, la que sólo cruza palabras de cortesía rápidas y sin el menor interés, cuando encuentra a vecinos y amigos mutuos por la calle, cuando coincidimos en la tiendita de la colonia o en el mercadillo ambulante, los días de tianguis. 
Quiero volver a ser  yo y dejar de ser lo que tú quieres que sea,  en lo que me quieres convertir,  quiero volver a sonreír a carcajadas por las ocurrencias de mis amigos, el poderlos abrazar sin miedos,  por que eso está mal visto. 
No soy propiedad de nadie, no soy un adorno, no soy el complemento de nadie. Soy yo,  esto es lo que hay, es mi naturaleza, afectiva, espontanea, desinhibida. Deseo volver a vivir, poder salir a echarnos una copa, un café, sin voltear la vista atrás como si hiciera algo malo, recorrer lugares que me gustan con personas que compartan los mismos intereses, no sentirme acompañada por compromiso, porque es tú papel hacerlo, te guste o no. 
Todo lo que era lo fui dejando de lado por ti, por agradarte, por tener algo juntos, por ceder y acoplarme, aunque en el proceso me fuera apagando, marchitando, fui ganando años en mi mente, en mi espíritu, ¿Porque debo de adelantar unos años que después me llegaran tarde que temprano?”

_ ¿Cómo se oye?, ¿Crees que está bien así? Es que no sé que escribir, me intimida esta hoja en blanco, meditando que poner,  tantos sentimientos dentro de mi y no quisiera guardarme ya nada,  pero tengo miedo, es más fácil en mis charlas dentro de mi cabeza que intentar escribirlas, y ante esta hoja, la conciencia y la razón me dicen que no lo haga, entre miedo y desconfianza ya he dicho mucho ya he abierto demasiadas rendijas.

Se notaba totalmente confundida, cansada; con una mirada turbia, de esas miradas que sabes que rayan en desesperación o locura, y sinceramente pedía un consejo pero se lo pedía a la persona equivocada. La naturaleza confiada de Gina, era a la vez su fortaleza y su talón. Y todos sabemos que la respuesta errónea puede orillar a situaciones inesperadas.
Rocío en cambio, era toda decisión y coraje, tajante en sus respuestas, directas, impulsivas, y como tal respondió.

_ ¿Y quien te dijo que hay que “abrirnos” en verdad?

_ Es que quisiera poder decir sin miedos lo que siento, no ocultar nada, quiero la libertad que te da poder decirle a alguien lo que sientes. ¿No para esto, es este sitio? Para poder abrirnos sin temor, por un momento dejar de cuidarnos las espaldas, ¿No, es acaso para beneficiarnos del anonimato que representa este lugar?

 _Recuerda pequeña Gina... Todos mienten. Todos usan a todos. ¿Porque debería ser diferente aquí? ¿Porque deberíamos confiar?

 _Pero aquí podemos decir todo y todo se queda aquí, nadie nos conoce.

 _ ¿Y confías en el supuesto anonimato? Yo no lo haría, aún la persona en quien más confíes o más quieras te traiciona, así que, ¿Para que darles poder? ¿Para que vengan y se aprovechen de nuestras debilidades?, ¿Seguirás dejando que conozcan tus puntos débiles? ¡Por dios tu misma les das las armas a los enemigos!, tu misma marcas donde quieres te claven la daga; que ilusa y confiada eres…

_Pero es que me cansa mantener las fachadas, y aquí tenemos la posibilidad de por un rato ser nosotros mismos, sin mentiras, sin temores, sincerarnos y liberarnos.

_Pues entonces ponte tu misma la soga al cuello, ¿Cómo sabes que después no lo usaran para manipularte, para aprovecharse de tus debilidades, para explotar tus temores y usarte?.

_ ¿Crees que lo harían?

_Sin dudarlo

_ ¿Como sabes eso?

_Lo intuyo, entre gitanos nos reconocemos.

_Te he oído ya eso. Se lo dijiste a él la otra sesión… ¿que significa?

 _Que solo otro manipulador, y conocedor de las máscaras que usamos para engañar reconoce a un par.

_ ¿Pero como sabes eso?

 _Hay que seguir el instinto. La marca de Caín, nos reconocemos cuando la llevamos. Aprendí a ver con los ojos entornados, dudar de todo y esperar siempre la estocada.

_Pero entonces, si dudas tanto y desconfías ¿Por qué estas aquí? ¿Qué esperas?

_Porqué lo que excita es el riesgo y no tengo otro lugar. Y tengo mis motivos para estar aquí todos los que llegamos al filo del abismo, buscamos y necesitamos sacarlo de alguna manera, así que por necesidad, obligados, o por propia voluntad pero al final estamos siendo guiados por hilos invisibles que nos mueven a encontrarnos aquí y ahora; en este lapso de espacio y tiempo coincidimos.

_ ¡shhhshhh! Ha llegado Enrique._ Exclamo asustada Gina, esperaba que no hubiera estado oyendo atrás de la puerta sin entrar.

_ ¿Conspirando tan pronto Rocío y con quien? ¿Con la adorable, pequeña  impresionable y sugestionable Gina?, que pronto encontraste una presa para tus intrigas, me sorprende lo rápida que eres.

Rocío sólo se irguió y levanto una ceja desafiante,  un gesto que siempre hacia cuando se preparaba para recibir un ataque y saborear la anticipación del momento lista para devolverlo.

_Al  contrario me gusta cazar presas mas grandes, que me representen desafío y batalla, si no, el manjar deja de ser apetecible, mi paladar se ha vuelto cada vez mas exigente y el olor del miedo me recuerda a orines, pero el sabor que me excita es el del desafío. ¿Y tú  estas desafiándome acaso? ¿Buscas ser cazado? ¿Te has cansado de perseguir y devorar y ahora quieres experimentar en tu faceta abnegada lo que es ser  la presa?.

Enrique cruzo los brazos al pecho, gesto indicativo de rechazo y protección, cerrar filas para contra atacar. Así que si, lo desestabilizó la respuesta de Rocío.
Soltó una carcajada y se acercó a escasos centímetros del rostro de Rocío, casi escupiéndole la respuesta.

_ ¿Y quien te dijo que me gustaría ser cazado por una zorra como tu?_ Siseo suavemente.

_ ¿Que sucede aquí? ¿fraternalizando tan pronto? ¿Enrique? ¿Rocío? ¿Que pasa Gina?...

Entro despacio al cuarto de sesiones, sus pasos resonaron en el silencio que prosiguió a las palabras de Enrique, su andar siempre recordaban a un felino, sigiloso, premeditado y seguro, muy seguro en su andar, se sentó, con nuestros expedientes en la mano, ojeo distraídamente unos, y volvió a levantar la vista, se ajustó las gafas y dijo:

_ Pareciera que estaban a punto de besarse y saben las reglas, aquí nada de relaciones interpersonales, afuera lo que quieran, pero dentro del grupo no están permitidas.

La sola mención  de besarse hizo que instintivamente Enrique mirara los labios de Rocío, no se había dado cuenta, hasta ahora que la tenia tan cerca que no se los pintaba, la catalogo como una arpía, una bruja, pero las brujas usan unos labios rojos sangre y extrañamente ella no usaba labial, observo más a detalle que tampoco tenía maquillaje, y su olor, ese olor, era diferente, no podía identificar el perfume o no traía perfume.

Rocío involuntariamente se mojo los labios ante ese comentario e hizo que Enrique sonriera. Pasión. Signo inequívoco e involuntario, producto del subconsciente, pero al fin y al cabo había pasión en ella por más que quisiera ocultarlo tras su fría y dura fachada.
Enrique se alejo satisfecho de poder descubrir otro detalle de la  hasta ahora indescifrable Rocío.

(fragmento del capítulo 1)


"Reconozco que soy muy vieja para arrepentirme de mis errores y que soy demasiado joven para no seguirme equivocando"
montse_rocco@hotmail.com

jueves, enero 19, 2012

Hay que hacer lo correcto aunque duela


CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA

Allí estaba, sentado en una banqueta, con los pies descalzos sobre las baldosas rotas de la vereda; gorra marrón, manos arrugadas sosteniendo un viejo bastón de madera; pantalones que arremangados dejaban libres sus pantorrillas y una camisa blanca, gastada, con un chaleco de lana tejido a mano.
Él anciano miraba a la nada.
Y el viejo lloró, y en su única lágrima expresó tanto que me fue muy difícil acercarme, a preguntarle, o siquiera consolarlo.
Por el frente de su casa pasé mirándolo, al volver su mirada la fijó en mí, le sonreí, lo saludé con un gesto; aunque no crucé la calle, no me animé, no lo conocía y si bien entendí que en la mirada de aquella lágrima se mostraba una gran necesidad seguí mi camino, sin convencerme de estar haciendo lo correcto. En mi camino guardé la imagen, la de su mirada encontrándose con la mía.
Traté de olvidarme.
Caminé rápido como escapándome. Compré un libro y tan pronto llegué a mi casa, comencé a leerlo esperando que el tiempo borrara esa presencia… pero esa lágrima no se borraba…

Los viejos no lloran así por nada, me dije.
Esa noche me costó dormir; la conciencia no entiende de horarios y decidí que a la mañana volvería a su casa y conversaría con él, tal como entendí que me lo había pedido.
Luego de vencer mi pena, logré dormir.
Recuerdo haber preparado un poco de café, compré galletas y muy deprisa fui a su casa convencida de tener mucho por conversar.
Llamé a la puerta, cedieron las rechinantes bisagras y salió otro hombre.

-.¿Qué desea? -preguntó, mirándome con un gesto adusto.
-.Busco al anciano que vive en esta casa, contesté.-
- .Mi padre murió ayer por la tarde, dijo entre lágrimas.-
-. ¡Murió! - dije decepcionada.

Las piernas se me aflojaron, la mente se me nubló y los ojos se me humedecieron
-. ¿Usted quién es? .- volvió a preguntar
-.En realidad, nadie, .- contesté y agregué.
-. Ayer pasé por la puerta de su casa, y estaba su padre sentado, vi que lloraba y a pesar de que lo saludé no me detuve a preguntarle que le sucedía pero hoy volví para hablar con él pero veo que es tarde.

-.No me lo va a creer pero usted es la persona de quien hablaba en su diario.-
Extrañada por lo que me decía, lo miré pidiéndole más explicación
.- Por favor, pase -, me dijo aún sin contestarme.
Luego de servir un poco de café me llevó hasta donde estaba su diario y la última hoja rezaba:

"Hoy me regalaron una sonrisa plena y un saludo amable… hoy es un día bello".

Tuve que sentarme, me dolió el alma de solo pensar lo importante que hubiera sido para ese hombre que yo cruzara aquella calle. Me levanté lentamente y al mirar al hombre le dije:
-.Sí hubiera cruzado la calle y hubiera conversado unos instantes con su padre…
Pero me interrumpió y con los ojos humedecidos de llanto dijo: "Sí yo hubiera venido a visitarlo al menos una vez este último año, quizás su saludo y su sonrisa no hubieran significado tanto".

montse_rocco@hotmail.com
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