Este espacio fue concebido mientras pasaba largas horas escribiendo con pasión, pensamientos que fluían como ríos de tinta,; fruto de sentimientos y nostalgia.
Su único propósito fue siempre el de expresar a través de líneas escritas con el corazón, sentimientos que amenazaban con desbordarse.
Al paso del tiempo, el arrebato que inspiró esto, dejó de ser protagonista principal, pero jamás dejó de ser mi razón de escribir.
Con los años, mi mente me sigue llevando hacía él.
Y es por ello que mis letras siempre llevarán en el fondo de su orígen, una huella que representa mi amor hacía esa primigenia inspiración.
Más la vida sigue, otros apegos están por manifestarse, y se abren paso otros lugares donde depositar el corazón, donde plantar las ilusiones, donde ver crecer la esperanza.
Del ayer, del ahora, y tal vez del mañana continuaré hablando...
Este es mi espacio: eternamente en construcción, sin un plan maestro y estás mis crónicas...




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martes, septiembre 03, 2013

Retratos de Diego por Frida

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA



Un libro muy interesante, ideado a partir de una muestra museográfica que se realizó en el museo Frida Kahlo en el año 2008, es el libro titulado Retratos de Diego por Frida, donde se descubre una nueva mirada, más intima hacía ambos personajes. Y en donde la transgresión se nos muestra como el hilo conductor que existió entre ellos.

El libro es una compilación de la exposición del mismo nombre, curada por el especialista e investigador Ricardo Pérez Escamilla, donde se recuperan dibujos, bocetos, cartas y otros documentos inéditos, que se hallaron en el acervo que permaneció oculto durante 50 años en baños, armarios, cómodas, y baúles de la “casa azul” donde Frida creció.

El acervo incluye más de 22 mil documentos, 5 mil 300 fotografías, 2 mil 100 libros, objetos personales y vestimentas que fueron descubiertas en el 2004 y presentadas al público en esta exposición del 2008. Entre los documentos hay una carta de Rivera para el físico alemán Albert Einstein, en respuesta al agradecimiento del científico alemán por haberlo integrado en uno de los paneles de la obra Barbarie Nazi (1933). También están los estarcidos (bocetos) del mural Historia de la medicina en México. El pueblo en demanda de salud (1953-54) que hizo para el Hospital de la Raza.

Entre los inéditos hay una serie de dibujos de la época cubista de Rivera y los cuadros Mujer con cuerpo de guitarra y Paisaje Urbano y un retrato de Rivera dibujado a lápiz por el pintor italiano Modigliani.

En el tema de la transgresión nos dice el especialista:
“No eran solo la pasión, el amor y la necesidad lo que unía a Diego y a Frida. Más que eso, eran sus espíritus transgresores lo que los mantenía juntos. Ella vestida de tehuana como el centro de atracción donde quiera que fuera y él coleccionando piezas prehispánicas; conformaron una pareja que se alimento del México de la primera mitad del siglo XX, justo cuando el país transitaba a la modernidad.”
“Es un retrato de Diego pintado por Frida, pero no una pintura, sino un retrato creado a partir de una comunicación, de la comunión que existió entre ellos y todo lo que les rodeaba.”
Las transgresiones de Diego y ella no se dan de manera fortuita. Tienen una retroalimentación con México y viceversa. Se da una simbiosis entre Diego, Frida y México.

“ La transgresión es la hija de la libertad y la madre de la creación. Hubo una unión indisoluble entre los dos. Nacieron para ser libres, para ser creadores y para rendir culto y descubrir a México con la mayor libertad posible”

Y en esa mirada íntima, están los recuerdos que Frida conservó religiosamente: una serie de dibujos de sapos con dedicatoria de él a su niña “Fisita” donde le declara su amor de manera espontanea y reiterada.
                        

montse_rocco@hotmail.com

viernes, agosto 16, 2013

Graffiteros arte urbano

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


"Primero es la diversión, es una manera de volverse famosos, de superar el anonimato en las grandes ciudades donde no eres nadie, de probar que eres un artista genial que puede sobresalir en su ambiente, de incorporarte a la comunidad y dejar de ser un receptor pasivo.
El graffitti es una opción para alzar la voz."
En años recientes  ha sido legitimado como arte al ser aceptado en los circuitos artísticos de galerías y museos.
Henry Chalfant, documentalista escultor y fotógrafo. Fue invitado por el colectivo de investigación juvenil GRAFFIARTE a la Ciudad de  México a exposiciones referentes al graffitti.

Todos conocemos y hemos visto los graffitis, esas pintas que expresan, manifiestan, adornan para unos y ensucian las paredes para otros.

 Dos puntos de vista, hay  quienes lo podemos considerar un arte y otros un problema muy molesto que habría que erradicar. Y claro que es molesto para las personas a las cuales les rayaron sus casas, sus puertas, zaguanes, sus negocios, sus fachadas. Si no pregúntenles a sus padres que les pareció que le “decorarán” su pared después de la lana que se gasto pintándola. No creo que este muy contento, ¿verdad?

 El problema (claro, desde  mi particular punto de vista) es la necesidad de manifestarse de estos chicos y la gran falta de espacios para hacerlo. Ellos desean un lienzo para expresar sus inconformidades, sus miedos, alegrías, odios y sentires así como una forma de hacer denuncia social y de paso mostrarnos su gran habilidad en este arte; su gran capacidad para el manejo intuitivo del color, el  manejo de las formas y dimensiones

Si bien, alguno argumentará que esto no es arte. ¿Pero quien dictamina que es artístico y que no?
 ¿Cuantos no hemos vistos obras de diversas corrientes pictóricas o escultóricas y podemos decir honestamente que son bellas o las entendemos?

 Cuantas exposiciones de gente “bien” ($$$) en donde se prodigan elogios a algo que ni siquiera comprenden, pero en su pose de gente culta dicen entender. Poniéndose la máscara de intelectuales y hasta te pueden dar una cátedra de lo que según ellos significa o quiso decir el artista. ¿Cuantas exposiciones y muestras hay así? De gente que puede comprar esos espacios, aunque su arte sea francamente basura, solo porque ellos estudiaron con “x” ó “y” maestro o en determinada academia, donde el prestigio te lo compra tu lana o apellido.
 Parecería una inconforme social, pero  solo expreso mi punto de vista.

 Los jóvenes artistas son menospreciados y entre ellos podemos encontrar autores de obras excelentes, como los creadores de diversos murales realizados en distintas delegaciones del DF. Apoyados por autoridades delegacionales y culturales un ejemplo de ello en Álvaro obregón, Iztapalapa, Venustiano Carranza, etc. Los que tengan oportunidad o les de curiosidad pueden encontrar diferentes muestras regadas por nuestra gran cuidad, cómo: el Faro de Oriente, el Circo Volador,  el panteón de Santa Fe, los bajo puentes de Congreso de la Unión,  los de Periférico, los de Tlalpan, un ejemplo: el famoso bazar del búfalo en A. Obregón, en las columnas  del distribuidor vial de San Antonio, hay pinturas de atlantes (los colosos de Tula, Hidalgo), caballeros águila, jaguar  y diversas alegorías de leyendas prehispánicas.

Sorprendente trabajo realizado por jóvenes pintores, graffiteros auspiciados por programas sociales en donde se invito  a que dejaran de rayar casas, negocios y bardas y les cedieron espacios para manifestarse.

 El graffitti es una visión de la realidad, es trasladar las galerías de arte a la calle.
 En muchos prolifera la idea de buscar que la gente acepte y se comporte de acuerdo con un estilo muy particular de ver el mundo, el cual está diseñado por unos cuantos, quienes determinan que es bueno y malo, que es sano y enfermo.

El mundo está lleno de diferencias y son dignas de ser tomadas en cuenta y escuchadas. Nunca debemos imponer nuestra particular forma de ver la realidad.

montse_rocco@hotmail.com

domingo, febrero 17, 2013

Los murales perdidos de Roberto Montenegro

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


Tv UNAM proyectó el material fílmico: Los Murales perdidos de  Roberto Montenegro
Trabajo de Jorge Prior basado en una investigación de Esperanza Balderas. Muestra los murales Resurrección, Fiesta de la Santa Cruz y El árbol de la vida o de la ciencia.

 La obra El árbol de la vida o de la ciencia es la primera de lo que se convirtió en todo un movimiento artístico en México; es también el primer mural realizado en 1921 por Roberto Montenegro a instancias de José Vasconcelos. Y aunque está en exhibición para el público, es poco conocido y visitado.

Originalmente, la figura central era un hombre desnudo e indefenso, apenas cubierto con una manta y con los atributos tradicionales del martirio de San Sebastián; posteriormente, se cambió la imagen por la de un guerrero ataviado con una armadura de tal forma que representara la posición del hombre como eje del universo.
El mural incluye a doce mujeres, las cuales refieren a los doce frutos del árbol de la vida e insinúa la presencia del espíritu y la materia en el eterno devenir del Universo.
La escena del mural contiene detalles derivados de las artes populares regionales, e incluye en la fronda del árbol diversos elementos animales y vegetales, con lo cual se sugiere un vínculo ineludible con la naturaleza para acceder a la sabiduría.
El árbol de la ciencia o El árbol de la vida en el ex Templo de San Pedro y San Pablo, que hasta hace poco fue sede del Museo de la Luz, hoy, Museo de las Constituciones.


Otro mural es Fiesta de la Santa Cruz, cuya primera versión contaba con la imagen del propio Vasconcelos y que cuatro años después fue sustituida por una mujer, aunque no en su totalidad, pues la figura femenina sostiene un estandarte de la UNAM, con lo que fue la mano derecha del entonces secretario de Educación Pública. Igualmente se encuentra Resurrección, las tres obras cuentan, en mayor o menor medida, con símbolos de la masonería, asociación filosófica a la que pertenecía Vasconcelos.
Con anécdotas como ésas se teje el documental Los murales perdidos de Roberto Montenegro transmitido por el canal Cultural de los Universitarios

De acuerdo con Jorge Prior, su realizador, este trabajo fílmico fue incitado por dos razones: la primera es que la obra de Roberto Montenegro ha sido poco estudiada; la segunda, que los tres murales analizados son de difícil acceso: parecen haber sido devorados por el Centro Histórico y sus ejércitos de vendedores ambulantes.

 Necesita uno armarse de mucho valor y no sé qué más para sortear a los vendedores y luego, para dos de ellos (de los murales), pedir permiso a ver si se lo dan para poder verlos, dice Jorge Prior, quien con investigación de Esperanza Balderas realizó este documental para Tv UNAM.


En poco menos de 30 minutos, Prior relata la historia y describe el contenido de los tres murales de Montenegro que se encuentran en lo que fue El Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, donde actualmente está el Museo de la Luz de la UNAM.
Bocetos, anécdotas, descripción, personajes, simbolismos y técnicas conforman la manera en que Prior y Balderas desmenuzan el trabajo de Montenegro, que pocos mexicanos conocen, ante lo cual el filme termina sentenciando: "Sólo la memoria deslumbrada del espectador puede sacar del olvido a estas pinturas perdidas."

Las tres obras del documental se encuentran en San Ildefonso 60, lo que otrora fue el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, recinto que en sí mismo cuenta con una historia qué relatar. Construido por la Compañía de Jesús entre 1576 y 1603, funcionó como templo durante 164 años, hasta que los jesuitas fueron expulsados de nuestro país por conflictos políticos y religiosos en 1767.
                            
El 24 de febrero de1822, en este sitio se instaló el Congreso Constituyente, ante el cual meses más tarde prestó juramento Iturbide. Fue aquí donde nació nuestra primera Constitución, la de 1824, que dio origen a la república representativa popular y federal en la que vivimos.
Cuando el Congreso se trasladó al Palacio Nacional, el edificio cumplió otras funciones: fue biblioteca, colegio militar, cuartel, almacén de forraje, café cantante y escuela correccional.
                           
 El programa ofrece una curiosa mirada a dos de las más grandes obras del pintor jalisciense, miembro de la primera generación de la escuela muralista mexicana.
                   
El documental Los murales perdidos de Roberto Montenegro. Devela la incansable curiosidad en el pincel de uno de los más grandes muralistas mexicanos.
Realizado con base en una investigación de Esperanza Balderas, miembro del Centro Nacional de Investigaciones de Artes Plásticas del INBA, Los murales perdidos de Roberto Montenegro, hurga en los trazos de tres de los murales del pintor jalisciense: El árbol de la vida o de la ciencia, La fiesta de la Santa Cruz, y Reconstrucción, y rescata parte de la obra del pintor que en su mayoría se encuentra fuera de México.
Se trata de un documento que contribuye a la historia del arte mexicano al traer a la televisión el legado de un artista tan poco conocido, prolífico y polifacético como Montenegro.
                             
El poeta del pincel

Roberto Montenegro (Guadalajara, Jalisco 1887-Ciudad de México, 1968).
 Pintor, litógrafo y escenógrafo. A los dieciséis años empieza a ilustrar con viñetas los números de la Revista Moderna de México, publicación que dirigía Jesús E.Valenzuela. En 1906 Ingresó a la Academia de San Carlos o Escuela de Bellas Artes de México, donde estudió con Antonio Fabres, Germán Gedovius, Leandro Izaguirre y Mateo Herrera. Conoció y entablo amistad con Diego Rivera, Jorge Enciso y José Juan Tablada, este último lo influye del arte japonés que se refleja en sus ilustraciones de la Revista Moderna. Obtuvo una beca de la Secretaría de Instrucción Pública para estudiar en Europa, partiendo al viejo continente en noviembre de 1906.
Regresó a México en 1910 justo cuando estalla la revolución, y en Guadalajara entró en contacto con el Círculo Artístico fundado por Gerardo Murillo, "Dr. Atl". En 1913 salió nuevamente a Europa donde permaneció durante seis años, tiempo en el que adquirió nuevas orientaciones de las escuelas modernas de Picasso y Juan Triso. En París asistió a la Escuela de Bellas Artes, colaboró con Rubén Darío en la Revista Mundial y al estallar la primera guerra mundial decide irse a vivir a la isla de Mayorca acompañado del pintor Gándara.

 Su amistad con José Vasconcelos, fue muy importante en su obra, lo acompaña en la búsqueda de apoyos para la creación de la Secretaría de Educación, viaja a Oaxaca con Gabriel Fernández Ledesma para obtener información sobre artes populares e inicia su interés por ellas, de las que será un experto.
En 1934 es nombrado director del Museo de Artes Populares de Bellas Artes, y continua diseñando escenografías, organizando talleres, fundado museos y publicando.

 Roberto Montenegro, precursor y protagonista del arte contemporáneo de México y difusor del arte y la cultura mexicana, murió el 13 de octubre de 1968 en la ciudad de México.


Mural "La Creación" de Diego Rivera
Ve el video aquí (1a parte)
Ve el video aqui: (2a parte)
                    
montse_rocco@hotmail.com

viernes, noviembre 16, 2012

El legado de Rivera: 10 Murales dentro del mercado Abelardo Rodriguez

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA



Al cumplirse 7 décadas de su creación, se restauraron los murales pintados por alumnos de Rivera, quienes realizaron obras de arte en un lugar público para que el pueblo tuviera acceso a la cultura.  El trabajo de restauración durará 23 meses.

Tienen más de 70 años, la mayoría sobreviviendo al olvido de las autoridades culturales que, después de años de la última intervención, por fin iniciaron su restauración.

Este mercado (que disputa con el 2 de abril, localizado atrás del Teatro Blanquita, el título de ser el más antiguo de la Ciudad de México) cuenta con 330 locatarios, muchos sensibles a la obra pictórica que los ha rodeado desde la niñez, algunos de ellos incluso se han mostrado preocupados por su rescate. 

La historia de México esparcida entre los puestos, pasa entre el marchante que camina sin percatarse siquiera de la magnífica obra que tiene ante sus ojos.

Atrás quedarán las marcas de cochambre por el aceite de las garnachas, así como las ralladuras y graffitis de algunos que los dañaron sin conocer su valor.

Las obras fueron pintadas en 1934 por alumnos de Rivera, muralistas de La Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR):
 Pablo  O’Higgins,
Ángel Bracho,
Ramón Pujol,
Grace y Marion Greewood,
 Antonio Pujol,
 Miguel Tzab,
 Izamo Noguchi,
 Pedro Rendón
Raúl Gamboa.

 Temas como el abuso del poder del patrón, el  trabajo en la minería, el campo y la esclavitud están presentes en estos murales.

 La vida sigue su vertiginoso ritmo y el ajetreo de la gente, dentro del bullicioso mercado hace que ni siquiera se pregunte quién o para qué pintó esos muros. Ni siquiera reparan en el tesoro histórico que contienen esas paredes y que compiten por nuestra atención entre los puestos llenos de mercancías
 Son 10 historias de México esparcidas entre los puestos

 El mercado Abelardo Rodríguez se encuentra entre las calles de Venezuela 72 forma parte del Centro Cultural Teatro del Pueblo. Este inmueble se caracteriza por ser uno de los que alberga la mayor cantidad de murales en la ciudad de México.
Este edificio fue el convento de San Gregorio, alguna vez fue utilizado como cementerio, observatorio y hasta el horno de fundición donde Manuel Tolsá realizó “El Caballito” y hasta 1933 se convirtió en el conjunto Abelardo L. Rodríguez.

montse_rocco@hotmail.com

miércoles, noviembre 07, 2012

El Nigromante

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


La libertad de expresión y la lucha contra la censura y autocensura, tiene un largo recorrido en la historia contemporánea de México,

Como lo muestra uno de los personajes que Diego Rivera pintó centralmente junto con Benito Juárez en el mural Un domingo en la Alameda, que se exhibe en el Museo Mural Diego Rivera

Ese personaje es Ignacio Ramírez Calzada “El Nigromante”, destacado político libertario de la Reforma, diputado constituyente de 1857, periodista, poeta,  pintor y abogado defensor de los derechos de los indios.

En 1844, muy joven aún, escribió en su famosa disertación en la academia de Letrán:
 “No hay dios; los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos”,

Una frase evolucionista digna de la selección natural propuesta por Charles Darwin en su libro El Origen de las Especies publicado en 1859.

 El ateísmo manifiesto de El Nigromante fue sujeto de censura aún en 1948, cuando Diego Rivera pintó en el mural un papiro sostenido por El Nigromante con la frase “Dios no existe”,  y no lo quiso remover, por lo cual fue tapiado durante 9 años en el Hotel del Prado. Dicen que cuando inauguraron el mural,  el cura encargado de bendecirlo se negó a hacerlo al ver la frase pintada en el mural, llamaron a Diego el artista, y contestó: pues entonces que lo maldiga. En el temblor de 1985, el Hotel del Prado fue destruido, excepto el famoso mural, hasta ser colocado en su actual sede, pero borroneada la frase original y sustituida por la frase referencial, sin que se haya podido documentar que Diego Rivera lo haya hecho en un acto obligado de autocensura.

El Nigromante fue un destacado libre pensador respetado, como lo muestran sus radicales propuestas al Congreso Mexicano, que están vigentes hoy más que nunca (tomadas del libro Ignacio Ramírez, El Nigromante. Memorias prohibidas, Editorial Planeta, 2009, escrito por Emilio Arellano con documentos de la familia del destacado liberal, que fueron resguardados por 100 años)

“Todo individuo o persona sin excepción gozará de los derechos y obligaciones, garantías y beneficios que otorga la Carta Magna, sin limitación o excepción alguna, corresponderá a los poderes de la Unión vigilar su exacta observancia y aplicación, incluyéndose al Presidente de la República, so pena de destitución por el Congreso”.

“El Presidente de la República es otro empleado de la Unión.   Nada más que esta designación se realiza por elección popular. El presidente deberá observar, cumplir y pregonar, con el ejemplo propio, el estricto cumplimiento de la Constitución. Por lo cual el pueblo mexicano debe tener formas y procedimientos concretos para remover,  en casos determinados en la Constitución Política al Presidente de la República si, como cualquier empleado de gobierno o particular, carece de la capacidad profesional o mental con que se ofertó al pueblo mexicano…”

También planteó acabar con la funesta relación Iglesia-Estado, rescatando el matrimonio civil, los cementerios y el registro,  pues “todo hombre, mujer o niño debe y tiene derecho a creer libremente en lo que más desee, en la religión que considere conveniente.

El Ministerio del Interior deberá regular las prácticas y ritos religiosos en templos y no en la vía pública, evitando sectas y credos que lesionen la conciencia y el sano desarrollo mental del pueblo mexicano.
 Propuso que los púlpitos de las iglesias no son tribunas legislativas del partido conservador (antecedente del PAN), por lo que debe abstenerse de intervenir en asuntos laicos, so pena de que el gobierno mexicano inicie acciones legales en contra de los responsables.

Se le deben las garantías de autonomía de los municipios, uno de los cuales lleva su nombre en el norte de Durango.
Asimismo, fundó el Instituto Literario de Toluca, con becas para los indios, entre los que estaba Ignacio Manuel Altamirano.
 Durante la invasión de Maximiliano, viajó a California y al triunfo del gobierno de Benito Juárez, fue electo ministro de la Suprema Corte de Justicia y ministro de Instrucción y Promoción, donde logró importantes reformas educativas y económicas.

Se opuso a la reelección de Juárez y apoyó a Porfirio Díaz por su declaración anti-reeleccionista.
Murió en la pobreza siendo ministro de la Suprema Corte en el primer gobierno de Díaz.

Por sus ideas fue perseguido,  fue prisionero político y excomulgado por el Vaticano. Finalmente, el entonces Arzobispo Primado de México, Clemente de Jesús Murguía comentó sobre la Constitución de 1857, que separó la Iglesia del Estado acabando con la religión de estado y provocó que los conservadores y el clero declararan la Guerra de Reforma y la Intervención Francesa:
 “La nueva Constitución que llegó a mis manos me ha causado horror y gran aflicción, por lo que sentí la necesidad de amonestar a los fieles para que no presten juramento a esa Carta Magna ya que pueden convertirse en reos de gran pecado”.

"En resumen, los miembros de la Gran Unión de Libre Pensadores -GULP- consideramos que es necesario reivindicar tanto al pensador Ignacio Ramírez El Nigromante, como al pintor que lo homenajeó en su mural, Diego Rivera, y con ello pedir  la restitución de la frase original del famoso mural como un acto de libertad de expresión y de dignidad libertaria de las que somos herederos"

montse_rocco@hotmail.com

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