Este espacio fue concebido mientras pasaba largas horas escribiendo con pasión, pensamientos que fluían como ríos de tinta,; fruto de sentimientos y nostalgia.
Su único propósito fue siempre el de expresar a través de líneas escritas con el corazón, sentimientos que amenazaban con desbordarse.
Al paso del tiempo, el arrebato que inspiró esto, dejó de ser protagonista principal, pero jamás dejó de ser mi razón de escribir.
Con los años, mi mente me sigue llevando hacía él.
Y es por ello que mis letras siempre llevarán en el fondo de su orígen, una huella que representa mi amor hacía esa primigenia inspiración.
Más la vida sigue, otros apegos están por manifestarse, y se abren paso otros lugares donde depositar el corazón, donde plantar las ilusiones, donde ver crecer la esperanza.
Del ayer, del ahora, y tal vez del mañana continuaré hablando...
Este es mi espacio: eternamente en construcción, sin un plan maestro y estás mis crónicas...




martes, diciembre 13, 2011

Una historia de amistad: Los dos tenores.

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA




Una historia que quizás pocos conocen (pero es verídica) …

se refiere a dos de los tres tenores – Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras que emocionaron al mundo cantando juntos.
Aún los que nunca visitaron España, conocen la rivalidad existente entre los catalanes y los madrileños, ya que los catalanes luchan por su autonomía en una España dominada por Madrid.

Pues bien, Plácido Domingo es madrileño y José Carreras es catalán. Por cuestiones políticas, en 1984, Carreras y Domingo se volvieron enemigos. Siempre muy solicitados en todas partes del mundo, ambos hacían constar en sus contratos que solo se presentarían en determinado espectáculo si el adversario no fuese invitado.
En 1987, a Carreras le apareció un enemigo mucho más implacable que su rival Placido Domingo. Lo sorprendido un diagnostico terrible: leucemia.

Su lucha contra el cáncer fue muy sufrida. Se sometió a varios tratamientos además del auto-transplante de la medula ósea, el cambio de sangre que lo obligaba a viajar una vez por mes a Estados Unidos. En estas condiciones no podía trabajar y a pesar de ser dueño de una razonable fortuna, los altos costos de los viajes y del tratamiento debilitaron sus finanzas. Cuando no tuvo más condiciones financieras, tomó conocimiento de la existencia de una fundación en Madrid, cuya finalidad única era apoyar el tratamiento de leucémicos.

Gracias al apoyo de la fundación “Hermosa”, Carreras venció la dolencia y volvió a cantar. Recibió nuevamente los altos caches que merecía, y trato de asociarse a la fundación.
Al leer sus estatutos, descubrió que el fundador, mayor colaborador y Presidente de la Fundación, era Plácido Domingo. Luego supo que éste había creado la entidad, en principio, para atenderlo y que se había mantenido en el anonimato para que no se sintiera humillado por aceptar auxilio de su “enemigo”.

De lo más conmovedor fue el encuentro de hos dos…

Sorprendiendo a Plácido en una de sus presentaciones en Madrid, Carreras interrumpió el evento y humildemente, arrodillándose a sus pies, le pidió disculpas y le agradeció públicamente. Plácido lo ayudo a levantarse y con un fuerte abrazo sellaron el inicio de una gran amistad.

En una entrevista a Plácido Domingo, la periodista le preguntaba por que había creado la Fundación “Hermosa” en un momento en que, además de beneficiar a un “enemigo”, había ayudado al único artista que podría hacerle competencia. Su respuesta fue corta y definitiva:
 “PORQUE NO SE PUEDE PERDER UNA VOZ COMO ESA…”

"Esta es una historia real de la nobleza humana, que puede servirnos de ejemplo, para vencer rivalidades y encontrar en la sublime fuente de la amistad, una satisfacción que va mucho más allá, del éxito egoísta y solitario"

montse_rocco@hotmail.com

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