Alguna vez me pregunte porque debemos de seguir reglas? Los espíritus transgresores se divierten quebrantandolas, y me puedo considerar uno más en esas secretas filas. Siempre odie seguir reglas, sin cuestionarlas y desmenuzarlas primero; hacer lo que la mayoría, seguir pautas de vida. Y aleje mis pasos lo más rápido posible de eso que al resto le agrada: la obediencia sin cuestionamientos, sin preguntarse porque? Pero después de pensarlo y reflexionar seriamente la cuestión se que aún los más contestatarios y rebeldes creamos y acatamos nuestras propias (y secretas) reglas.
Las reglas nos sujetan y nos anclan, para evitar desbordarnos, para intentar conservar un frágil equilibrio en esta voragine que nos arrastra. Es siempre me digo por mantener una armónica proporción entre la razón y las emociones. Que ya me presupone un esfuerzo considerable. Hoy inmersa en mi propio desconcierto y la subsecuente conmoción que me causa me doy cuenta que estoy quebrando mis reglas, lo he hecho dos veces seguidas y en menos de 6 meses. Será que va siendo hora de replegarme y someterme a un escrupuloso, y duro escrutinio?
Siempre he dicho dejalo fluir... ¿Pero que sucede cuando aquello que dejas escapar de sus cadenas te puede rebazar incontrolable y amenaza con devorarte?, pues para eso son las reglas, las pautas adoptadas controlan nuestros procederes y nos dictan lineamientos, por nuestro bien y por el de los demás.
En este frágil equilibrio de la existencia, de las emociones subjetivas y cambiantes: ¿cuantos actos, cuantas acciones nuestras, pueden propiciar eventos irreversibles? que no sólo afectarán a la persona que los comete sino a los demás a su alrededor, cuantos veces me deberé de arrepentir de haber confesado algo o consentir que otros vean más allá de lo que yo permito?. Dejarles que penetren al refugio interior que he ido creando y fortificando, que me interpreten y lean entre líneas, darles poder para cimbrar cimientos, y empiecen a comprender?
¿Será acaso que la fragilidad en ciertas situaciones es la que hace que sólo por momentos... por momentos, dejemos una rendija abierta por la cual puedan asomarse y los que tengan la sensibilidad, lo vean, lo noten?
¿O soy menos fuerte de lo que creía? ¿O acaso es el tiempo que inexorable cobra la factura? y como dice una canción... somos más viejos y sinceros y que más da?
No quiero pensar, no quiero hoy seguir analizándome... ya una reciente velada insomne me dejo más preguntas que respuestas y una cierta incomodidad más allá de lo físico, más cerca de lo mental y anímico.
Si eres atento verás que todo tiene finisimas grietas o puntos débiles donde romperse..
(todo arde si le aplicas la chispa adecuada)
Siempre he dicho dejalo fluir... ¿Pero que sucede cuando aquello que dejas escapar de sus cadenas te puede rebazar incontrolable y amenaza con devorarte?, pues para eso son las reglas, las pautas adoptadas controlan nuestros procederes y nos dictan lineamientos, por nuestro bien y por el de los demás.
En este frágil equilibrio de la existencia, de las emociones subjetivas y cambiantes: ¿cuantos actos, cuantas acciones nuestras, pueden propiciar eventos irreversibles? que no sólo afectarán a la persona que los comete sino a los demás a su alrededor, cuantos veces me deberé de arrepentir de haber confesado algo o consentir que otros vean más allá de lo que yo permito?. Dejarles que penetren al refugio interior que he ido creando y fortificando, que me interpreten y lean entre líneas, darles poder para cimbrar cimientos, y empiecen a comprender?
¿Será acaso que la fragilidad en ciertas situaciones es la que hace que sólo por momentos... por momentos, dejemos una rendija abierta por la cual puedan asomarse y los que tengan la sensibilidad, lo vean, lo noten?
¿O soy menos fuerte de lo que creía? ¿O acaso es el tiempo que inexorable cobra la factura? y como dice una canción... somos más viejos y sinceros y que más da?
No quiero pensar, no quiero hoy seguir analizándome... ya una reciente velada insomne me dejo más preguntas que respuestas y una cierta incomodidad más allá de lo físico, más cerca de lo mental y anímico.
Es hora de reescribir las líneas en esta obra.
Si eres atento verás que todo tiene finisimas grietas o puntos débiles donde romperse..
(todo arde si le aplicas la chispa adecuada)
montse_rocco@hotmail.com
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