CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADA
"Non, je ne regrette rien" es una canción interpretada por la famosa cantante francesa Edith Piaf que fue publicada un 10 de Noviembre de 1960.
Es considerada como
una de las canciones mas importantes en la carrera de esta cantante y actriz
francesa dueña de un talento vocal y teatral inigualable, y que fue de mucha
influencia para muchas divas de la canción de inicios de los 60's.
Esta canción, con
música del cantante y compositor Charles Dumont y letra del escritor Michel
Vaucaire, fue escrita en 1956 e interpretada por diversos artistas que no
lograron hacerla conocida en Francia ni darle ese toque mágico que luego, en
voz de Piaf, dejaría boquiabiertos al publico.
Pero 1960, una año después de que Edith Piaf había decidido retirarse de los escenarios a causa de
sus constantes problemas de salud, la dependencia a la morfina y problemas
sentimentales, los dos jóvenes compositores (Dumont y Vaucaire) la contactaron
para que grabaran una canción que, según ellos, estaba hecha justamente para
ella. Esa canción era "Non, je ne regrette rien"...
Al principio la
cantante se negó a volver a cantar, ya que la idea de abandonar el circuito artístico la tenía aceptada. Pero al ver la insistencia de los dos
compositores, decidió escuchar la canción. En el año 2007, en una entrevista
para Daily Express, Dumont (actualmente de 81 años) comentó sobre ese momento:
"Cuando empecé a tocar el piano, la actitud de Piaf cambió de inmediato.
Me hizo tocar una y otra vez, tal vez unas 5 o 6 veces. Ella dijo que las
canción era magnífica, maravillosa. que fue hecha para ella ".
Un año después de
grabar la canción, Piaf decide volver a los escenarios y firma un contrato con
Bruno Coquatrix, para dar esos "históricos conciertos" en el teatro
Olympia de París que estaba en una crisis financiera y los tenían a punt de
cerrar para siempre. Por ello, Piaf y su magnifica voz eran la salvación para
ese prestigioso teatro dueño de una acústica fenomenal.
Piaf, con altas dosis
de morfina a causa de sus problemas de salud, interpretó magistralmente Non, je
ne regrette rien y llena "hasta las banderas" cada noche el teatro,
obteniendo una recaudación mas que suficiente para paliar los problemas
financieros de ese mítico escenario. Al final lo logra salvar.
En esos años, cuando
la canción era un gran éxito en las hermosas noches de París, Edith Piaf dedicó
esta canción a la Legión Extranjera Francesa, que en esos días estaba en el campo
de batalla de la guerra por la Independencia de Argelia. Luego de lograr su
cometido, los soldados de dicha Legión tomaron como himno de victoria a esta
canción que Piaf se las había dedicado. Dicen que hasta estos días siguen cantándola en desfiles, paradas militares y todos esos "juegos"
militares que los ponen tan soberbios y con el pecho inflado como unas palomas.
Pero, mas allá de ser
una canción militar (que lástima...), Non, Je Ne Regrette Rien es un temazo,
una canción que marcó a muchos artistas que por ese entonces miraban en la
pequeña Edith Piaf un talento puro, limpio y casi inigualable.
montse_rocco@hotmail.com
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