Este espacio fue concebido mientras pasaba largas horas escribiendo con pasión, pensamientos que fluían como ríos de tinta,; fruto de sentimientos y nostalgia.
Su único propósito fue siempre el de expresar a través de líneas escritas con el corazón, sentimientos que amenazaban con desbordarse.
Al paso del tiempo, el arrebato que inspiró esto, dejó de ser protagonista principal, pero jamás dejó de ser mi razón de escribir.
Con los años, mi mente me sigue llevando hacía él.
Y es por ello que mis letras siempre llevarán en el fondo de su orígen, una huella que representa mi amor hacía esa primigenia inspiración.
Más la vida sigue, otros apegos están por manifestarse, y se abren paso otros lugares donde depositar el corazón, donde plantar las ilusiones, donde ver crecer la esperanza.
Del ayer, del ahora, y tal vez del mañana continuaré hablando...
Este es mi espacio: eternamente en construcción, sin un plan maestro y estás mis crónicas...




domingo, febrero 17, 2013

Los murales perdidos de Roberto Montenegro

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


Tv UNAM proyectó el material fílmico: Los Murales perdidos de  Roberto Montenegro
Trabajo de Jorge Prior basado en una investigación de Esperanza Balderas. Muestra los murales Resurrección, Fiesta de la Santa Cruz y El árbol de la vida o de la ciencia.

 La obra El árbol de la vida o de la ciencia es la primera de lo que se convirtió en todo un movimiento artístico en México; es también el primer mural realizado en 1921 por Roberto Montenegro a instancias de José Vasconcelos. Y aunque está en exhibición para el público, es poco conocido y visitado.

Originalmente, la figura central era un hombre desnudo e indefenso, apenas cubierto con una manta y con los atributos tradicionales del martirio de San Sebastián; posteriormente, se cambió la imagen por la de un guerrero ataviado con una armadura de tal forma que representara la posición del hombre como eje del universo.
El mural incluye a doce mujeres, las cuales refieren a los doce frutos del árbol de la vida e insinúa la presencia del espíritu y la materia en el eterno devenir del Universo.
La escena del mural contiene detalles derivados de las artes populares regionales, e incluye en la fronda del árbol diversos elementos animales y vegetales, con lo cual se sugiere un vínculo ineludible con la naturaleza para acceder a la sabiduría.
El árbol de la ciencia o El árbol de la vida en el ex Templo de San Pedro y San Pablo, que hasta hace poco fue sede del Museo de la Luz, hoy, Museo de las Constituciones.


Otro mural es Fiesta de la Santa Cruz, cuya primera versión contaba con la imagen del propio Vasconcelos y que cuatro años después fue sustituida por una mujer, aunque no en su totalidad, pues la figura femenina sostiene un estandarte de la UNAM, con lo que fue la mano derecha del entonces secretario de Educación Pública. Igualmente se encuentra Resurrección, las tres obras cuentan, en mayor o menor medida, con símbolos de la masonería, asociación filosófica a la que pertenecía Vasconcelos.
Con anécdotas como ésas se teje el documental Los murales perdidos de Roberto Montenegro transmitido por el canal Cultural de los Universitarios

De acuerdo con Jorge Prior, su realizador, este trabajo fílmico fue incitado por dos razones: la primera es que la obra de Roberto Montenegro ha sido poco estudiada; la segunda, que los tres murales analizados son de difícil acceso: parecen haber sido devorados por el Centro Histórico y sus ejércitos de vendedores ambulantes.

 Necesita uno armarse de mucho valor y no sé qué más para sortear a los vendedores y luego, para dos de ellos (de los murales), pedir permiso a ver si se lo dan para poder verlos, dice Jorge Prior, quien con investigación de Esperanza Balderas realizó este documental para Tv UNAM.


En poco menos de 30 minutos, Prior relata la historia y describe el contenido de los tres murales de Montenegro que se encuentran en lo que fue El Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, donde actualmente está el Museo de la Luz de la UNAM.
Bocetos, anécdotas, descripción, personajes, simbolismos y técnicas conforman la manera en que Prior y Balderas desmenuzan el trabajo de Montenegro, que pocos mexicanos conocen, ante lo cual el filme termina sentenciando: "Sólo la memoria deslumbrada del espectador puede sacar del olvido a estas pinturas perdidas."

Las tres obras del documental se encuentran en San Ildefonso 60, lo que otrora fue el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, recinto que en sí mismo cuenta con una historia qué relatar. Construido por la Compañía de Jesús entre 1576 y 1603, funcionó como templo durante 164 años, hasta que los jesuitas fueron expulsados de nuestro país por conflictos políticos y religiosos en 1767.
                            
El 24 de febrero de1822, en este sitio se instaló el Congreso Constituyente, ante el cual meses más tarde prestó juramento Iturbide. Fue aquí donde nació nuestra primera Constitución, la de 1824, que dio origen a la república representativa popular y federal en la que vivimos.
Cuando el Congreso se trasladó al Palacio Nacional, el edificio cumplió otras funciones: fue biblioteca, colegio militar, cuartel, almacén de forraje, café cantante y escuela correccional.
                           
 El programa ofrece una curiosa mirada a dos de las más grandes obras del pintor jalisciense, miembro de la primera generación de la escuela muralista mexicana.
                   
El documental Los murales perdidos de Roberto Montenegro. Devela la incansable curiosidad en el pincel de uno de los más grandes muralistas mexicanos.
Realizado con base en una investigación de Esperanza Balderas, miembro del Centro Nacional de Investigaciones de Artes Plásticas del INBA, Los murales perdidos de Roberto Montenegro, hurga en los trazos de tres de los murales del pintor jalisciense: El árbol de la vida o de la ciencia, La fiesta de la Santa Cruz, y Reconstrucción, y rescata parte de la obra del pintor que en su mayoría se encuentra fuera de México.
Se trata de un documento que contribuye a la historia del arte mexicano al traer a la televisión el legado de un artista tan poco conocido, prolífico y polifacético como Montenegro.
                             
El poeta del pincel

Roberto Montenegro (Guadalajara, Jalisco 1887-Ciudad de México, 1968).
 Pintor, litógrafo y escenógrafo. A los dieciséis años empieza a ilustrar con viñetas los números de la Revista Moderna de México, publicación que dirigía Jesús E.Valenzuela. En 1906 Ingresó a la Academia de San Carlos o Escuela de Bellas Artes de México, donde estudió con Antonio Fabres, Germán Gedovius, Leandro Izaguirre y Mateo Herrera. Conoció y entablo amistad con Diego Rivera, Jorge Enciso y José Juan Tablada, este último lo influye del arte japonés que se refleja en sus ilustraciones de la Revista Moderna. Obtuvo una beca de la Secretaría de Instrucción Pública para estudiar en Europa, partiendo al viejo continente en noviembre de 1906.
Regresó a México en 1910 justo cuando estalla la revolución, y en Guadalajara entró en contacto con el Círculo Artístico fundado por Gerardo Murillo, "Dr. Atl". En 1913 salió nuevamente a Europa donde permaneció durante seis años, tiempo en el que adquirió nuevas orientaciones de las escuelas modernas de Picasso y Juan Triso. En París asistió a la Escuela de Bellas Artes, colaboró con Rubén Darío en la Revista Mundial y al estallar la primera guerra mundial decide irse a vivir a la isla de Mayorca acompañado del pintor Gándara.

 Su amistad con José Vasconcelos, fue muy importante en su obra, lo acompaña en la búsqueda de apoyos para la creación de la Secretaría de Educación, viaja a Oaxaca con Gabriel Fernández Ledesma para obtener información sobre artes populares e inicia su interés por ellas, de las que será un experto.
En 1934 es nombrado director del Museo de Artes Populares de Bellas Artes, y continua diseñando escenografías, organizando talleres, fundado museos y publicando.

 Roberto Montenegro, precursor y protagonista del arte contemporáneo de México y difusor del arte y la cultura mexicana, murió el 13 de octubre de 1968 en la ciudad de México.


Mural "La Creación" de Diego Rivera
Ve el video aquí (1a parte)
Ve el video aqui: (2a parte)
                    
montse_rocco@hotmail.com

4 comentarios:

  1. Hola.
    Interesante artículo, sólo quiero hacer una observación: La segunda imagen no corresponde a un mural de Montenegro, sino de Diego Rivera titulado "La creación". De hecho ambos fueron convocados por Vasconcelos para la ejecución de obras murales; Rivera con "La creación", mientras que Montenegro, de manera simultánea realizaba "El árbol de la vida o de la ciencia".
    Saludos.

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    Respuestas
    1. Hola muchas gracias por tú observación, modificaré la imagen con una de Montenegro, un gran saludo, disculpa por el error y nuevamente te agradezco la colaboración, gracias por visitar el blog, un saludo Perla.

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  2. muy buen dato tmb, tal vez deberias dejar la foto de diego rivera

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    Respuestas
    1. Ya la he puesto, está al final. Gracias por tu comentario, por leer el post, y por la sugerencia de volver a poner la imágen. Un saludo Kinokinokino.

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