CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADA
Naolinco, un lindo pueblo situado entre montañas a media
hora de Xalapa, es uno de esos lugares que aún conserva su magia. Sus calles,
su gente y ambiente tienen ese fresco sabor que encanta a las personas que lo
visitan. Entre sus tradiciones están las "cantadas" en el día de
muertos, las personas van a los altares o tumbas y cantan a sus difuntos.
Esta ciudad sobresale por sus bellísimas artesanías, que han
ganado premios nacionales, como por ejemplo sus magníficas máscaras talladas en
madera, su cerámica y sus artículos de piel.
Naolinco corazón espiritual de Veracruz Tomando la carretera
federal 140, a 30 kilómetros de Xalapa y
a 1,540 metros sobre el nivel del mar se encuentra la ciudad de Naolinco de
Victoria, sobre las estribaciones de la Sierra de Chiconquiaco, con origen
totonaca. Su antiguo nombre fue Tatimolo que significaba "la tierra del pájaro
cardenal". Después de la conquista, Tatimolo cambia de nombre y se le
asigna "Naolinco", ya que en lengua Náhuatl significa "Lugar de
los Cuatro Movimientos del sol", posiblemente en referencia a las cuatro
estaciones del año y también como a un probable centro ceremonial de adoración
del sol. En la actualidad es una ciudad muy pintoresca con calles empedradas,
casas coloniales con fachadas en colores pasteles y balcones que le dan un
toque de nostalgia, creando en el visitante la sensación de estar en otra
época. El uso de la madera en el tallado de máscaras para celebrar las fiestas
de San Mateo Apóstol con la Danza de Santiagos, es una de las manifestaciones
artesanales muy apreciada. La elaboración de zapatos y artículos de piel
contribuye al desarrollo económico de la ciudad y de las familias dedicadas por
décadas a esta industria.
Naolinco comparte sus celebraciones con propios y extraños.
Los alabados y alabanzas, altares monumentales, exposiciones plásticas alusivas
al tema, todo se conjuga de una manera única para hacer de Naolinco una visita
imprescindible. Los que llegan se incorporan al ritual de la Cantada, que tiene
lugar la noche del primero de noviembre y que se desarrolla a lo largo de las
horas de la madrugada del dos de noviembre. Las familias mantienen las puertas
de sus casas abiertas, acogiendo a quienes ofrecen los cánticos de sus
oraciones al pie del altar, rindiendo homenaje a la vida de sus seres queridos.
Similar a los demás pobladores de la región, los naolinqueños desarrollan un
elaborado ritual de hermosos altares y visitas al cementerio, entre el 30 de
octubre y el 2 de noviembre. Los elaborados altares, que por sus diseños son
obras de arte son el centro de la actividad en el hogar donde las almas llegan
a disfrutar del aroma de los alimentos y la imagen de los objetos que en vida
les pertenecieron o de los que se elaboran estrictamente para la ocasión.
Preparativos: Las
familias se preparan con dos semanas de anticipación confeccionando las flores,
cortando el papel de china y reuniendo los ingredientes para los platillos de
la ofrenda, sin olvidar la preparación de los vinos de uva, piña, tamarindo y
mora que no pueden faltar en la ofrenda.
En varias intersecciones de las calles del centro de la
ciudad, se levantan hermosos arcos, igualmente adornados con plantas
ornamentales y cempasúchitl que van de una esquina a la otra. En muchas de las
casas se colocan arcos bellamente decorados sobre las puertas, indicando de
esta manera a los grupos que cantan los alabados y alabanzas que en ese hogar
serán muy bien recibidos.
Altares de Todos Santos o Altares de Vida: Los altares
naolinqueños son profundamente cristianos. Se hacen en forma de graderías para
colocar en lo más alto las imágenes más veneradas como las de Jesucristo, la
Cruz cristiana, la Virgen del Carmen y la foto de los familiares fallecidos. En
la construcción de estos altares dedicados a la vida, participa toda la familia
con tareas asignadas, consiguiendo de esta forma que cada uno de los que
interviene dé lo mejor de sí mismo.
El altar se caracteriza por uno o varios arcos de carrizo u
otate que se adorna con tepejilote (una planta de ornato, con hojas de tamaño
mediano de un color verde intenso)Repartidas en espacios cortos se añaden al
arco ramilletes de la flor de cempasútchil. También se observa el uso de
rectángulos en lugar del arco tradicional, decorado con frutas que penden como
naranjas, berenjenas, a la vez que canastitas decoradas con papel de china de
diferentes colores; tanto el arco como el rectángulo enmarcan la mesa sobre la
que se coloca la ofrenda. La mesa es cubierta con manteles o telas blancas y
papel de china picado en diseños originales que se mantienen en todo el
arreglo. Se colocan las velas, veladoras y ofrendas de frutas, dulces, elaborados
a base de pepita, jamoncillo, guayabates, calabaza amelcochada, camotes en
almíbar, etc.
El pan de muerto es un elemento importante en la ofrenda.
Los sabores de su preparación es variado: a base de huevo, de manteca, de sal,
de granillo, mantequilla, además de los buñuelos y galletas de toda clase. Los
tamales que se guisan son de pipían, carne de cerdo, fríjol, adobados de carne
de cerdo y de pollo.
La gastronomía de Naolinco está considerada como la más rica
del centro de Veracruz y en esta noche las almas disfrutan de su aroma y los
vivos de su delicioso sabor. Como un aspecto esencialmente naolinqueño en la
elaboración de los altares, es el uso del papel de china cortado y colgado en
un círculo del techo sobre el altar, como un marco suspendido en el aire.
Lo característico de este papel es que el diseño de los
cortes es el mismo en todos y que los colores están perfectamente compaginados.
El papel de china también se utiliza para cubrir las paredes
alrededor del altar, creando un fondo multicolor o en círculos sobre la pared
del fondo y en el centro una imagen religiosa grande, en bulto.
Las familias pasan largas horas trabajando en el altar,
muchos de estos altares son considerados verdaderas obras de arte, ya que
reflejan el trabajo, dedicación y creatividad de la gente. Son realizados según
la tradición, donde se establece que el altar debe de constar de 7 niveles o
escalones que representan los 7 niveles que tiene que pasar el alma de un
muerto para poder descansar.
Estos altares se realizan generalmente en lugares donde
exista un espacio grande donde pueda caber todo el altar, el cual debe ser
barrido el cuarto con hierbas aromáticas hacia los cuatro vientos un día antes
del día de muertos. Primero se construye o fabrica el esqueleto del altar ya sea
con cajas de cartón, madera o lo que se encuentre a fin de que queden bien
cimentados los 7 niveles, de los cuales el séptimo debe de estar casi a la
altura del suelo y sobre él se pone el segundo nivel que es un poco más chico
que el primero y así sucesivamente hasta llegar al primer nivel, cada escalón
es forrado con tela negra y blanca.
Cada escalón tiene un significado y debe contener ciertos
objetos en específico:
1er. escalón se pone la foto del santo o virgen de la
devoción.
2o. escalón es para las ánimas del purgatorio.
3er. escalón se pone la sal para los niños del purgatorio.
4o. escalón se pone pan llamado "pan de muerto",
este pan es adornado con azúcar roja que simula la sangre, se recomienda que el
pan sea hecho por los parientes del difunto, ya que es una consagración.
5o. escalón se pone la comida y la fruta que fueron los
preferidos por el difunto.
6o. escalón se pone la foto del difunto a quien se dedica el
altar.
7o. escalón se pone la cruz de un rosario hecho de tejocote
y limas.
Las ofrendas que se ponen dentro del altar son las
siguientes:
Se prenden cuatro velas principales formando una cruz
orientada a los cuatro puntos cardinales, al lado del altar, se pone una olla
de barro sobre un anafre con hierbas aromáticas: albahaca, laurel, romero,
manzanilla y otras más.
Los elementos que debe tener un altar son:
Cadenas de papel morado y amarillo que significan la unión
entre la vida y la muerte.
Papel picado que da colorido y alegría de vivir.
Las flores son la bienvenida para el alma, la flor blanca
representa el cielo; la flor amarilla, la tierra y la morada el luto.
Velas que con sus llamas representan la ascensión del
espíritu. También significan luz, guía del camino.
Lienzo blanco y nuevo que representa la pureza, el cielo.
El cirio representa el alma sola.
Incienso de copal cuyo humo simboliza el paso de la vida a
la muerte.
El maíz representa la cosecha.
Las frutas son la ofrenda que nos brinda la naturaleza. Generalmente
son cañas de azúcar, naranjas, tejocotes y jícamas.
Las calaveras de azúcar que son una costumbre indígena.
El agua que da vida y energía para el camino.
Los platillos con las que se trata de agradar el difunto
compartiendo los alimentos que le gustaban.
Fotografía de la persona a quien se dedica el tributo.
Un Cristo para que haya bendiciones.
Una cruz de cal que simboliza los 4 puntos cardinales.
Sal para que el cuerpo no se corrompa.
Un camino desde la puerta de la entrada hasta el altar
formado con flor de cempasúchil.
Una vara para liberar al muerto del demonio y los malos
espíritus
Y por último los objetos personales del difunto.
Los Cuadros de Catrinas: Son figuras de catrinas hechas de
papel maché y es tradicional que adornen la entrada de los centros culturales y
restaurantes.
Origen de los Alabados y Alabanzas: Posiblemente a partir de
1542, los frailes franciscanos se establecen en el entonces pueblo de Xallapan
– hoy Xalapa, la capital del estado de Veracruz – donde construyen el convento
de San Francisco, desarrollando desde allí la evangelización de los pueblos
aledaños, entre los que se encontraba Naulingo de su Majestad.
Los alabados son composiciones religiosas que durante la
época de la Colonia eran entonados por los trabajadores del campo a la hora de
la "caída del sol"
Las alabanzas son igualmente muy antiguas y su origen es de
tipo romance, de ellas emanan los cantos llamados "caminatas" que se
entonaban en las procesiones religiosas. Con el paso del tiempo se derivan los
"corridos"
En cuanto a los alabados y alabanzas, fueron transmitidos
desde los centros religiosos a los indígenas y se comienzan a cantar durante
los días dedicados a celebrar a Todos los Santos y los Fieles Difuntos.
La Cantada: El primero de noviembre, alrededor de las ocho
de la noche da inicio "la cantada" que consiste en visitar las casas
donde se han elaborado los altares y entonar allí los cantos (alabados y
alabanzas), creaciones de los habitantes de Naolinco, que son dedicadas a
santos, mártires y a personas relacionadas con la religión. Se inicia cuando
los grupos se dirigen al cementerio a cantar frente a la tumba de un pariente
la primera "cantada" de la noche, luego los participantes se
desplazan de casa en casa entonándolos respetuosamente.
Como muestra de agradecimiento los dueños de las viviendas
ofrecen una copa de vino de fruta y los platillos preparados para la ocasión.
Por las calles se cruzan niños, jóvenes y adultos alternando
la visita a las diferentes casas.
Es un ir y venir que concluye a tempranas horas de la
madrugada, ya que es necesario descansar para continuar al día siguiente con la
visita al camposanto.
Visita al cementerio: En vida se ama y en la muerte se
recuerda y el dos de noviembre los pobladores de Naolinco se encaminan hacia el
cementerio llevando coronas y flores (naturales y artificiales), velas y
veladoras que colocan sobre las tumbas, que previamente han sido limpiadas.
Familias enteras en las que no faltan los niños desfilan por
la puerta principal camino hacia la tumba de sus seres queridos. A mano
derecha, ingresando al cementerio se encuentran tumbas y mausoleos de hace más
de un siglo, en las que una mano generosa deposita una flor en homenaje a ese
personaje anónimo que vivió y contribuyó al desarrollo en Naolinco.
Pequeños mausoleos con ángeles hermosamente tallados, en el
centro de pequeñísimas capillas abiertas, forman parte de este legado.
En la parte más nueva del camposanto, algunas de las tumbas
están elaboradas de tal manera que parecen una pequeña habitación. En algunos
casos representan una salita con una mesa hermosamente cubierta con manteles
tejidos en crochet, en el centro cuelga una cruz y a sus pies la foto del o la
fallecida, en algunos esposos. Llena de flores de diferentes colores, la
"habitación" invita a detenerse para observar cada detalle. El
objetivo de los familiares es crear en este espacio pequeño un sentimiento del
estilo hogareño, que posiblemente tuvieron en vida aquellas personas. Sólo la
pared del fondo está construida completamente de ladrillo y cemento, las
laterales y la del frente tienen amplios ventanales de vidrio, lo que facilita
el poder observar cada detalle creado con amor.
En otra "habitación" dedicada a un deportista
permanece su camisa del equipo de béisbol en el que jugaba.
Los bloques "habitacionales" pintados en tonos
pasteles y colores fuertes, se ven llenos de flores de diferentes colores,
creando un conjunto alegre y nostálgico a la vez.
No faltan estudiantes de los centros educativos y
culturales, convertidos en hermosas parejas de catrines, vestidos a la usanza
del siglo XIX, que se deslizan etéreamente por el cementerio. Tanto niños como
adultos buscan el momento para tomarse una fotografía con ellos, que
seguramente luego guardarán, como un recuerdo de este día en el que la vida y
la muerte se viven casi como una misma realidad.
Día de los Muertos en Naolinco es una fiesta dedicada al
recuerdo, a la vez que es una oportunidad para que las expresiones artísticas
de sus habitantes sean manifestadas
montse_rocco@hotmail.com
Fuente: La información es reproducida del Folleto titulado “Naolinco Cuna de Tradiciones”, publicado por el H. Ayuntamiento de Naolinco, la Secretaría de Turismo y la Casa de la Cultura.
Algunos textos y fotos son de Mary J Andrade
montse_rocco@hotmail.com
Fuente: La información es reproducida del Folleto titulado “Naolinco Cuna de Tradiciones”, publicado por el H. Ayuntamiento de Naolinco, la Secretaría de Turismo y la Casa de la Cultura.
Algunos textos y fotos son de Mary J Andrade
Gracias por compartir -de manera excelente- las tradiciones de nuestro bello Veracruz en general y en lo particular Naolinco.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Mily, ¿Y cómo no hacerlo, compartir y difundir? si soy jarocha y amo mi tierra, el día que tuve la oportunidad de visitar ese mágico lugar, quede encantada, literal y realmente no quise que el resto del mundo no conociesen ese hermoso lugar con sus tradiciones tan bellas y preservadas, por eso transcribí el folletito que me compre en mi visita.
EliminarMuchas gracias por tu comentario y un gran abrazo y mis saludos
Me han gustado mucho, tu entrada y tu blog. Felicitaciones. Yo conocí el Día de los Muertos en Cuernavaca, quería sentirme como el protagonista de "Bajo el volcán" de Lowry.
ResponderEliminarSaludos.
Borgo.
jajaja, lo entiendo! todo en esas fechas está lleno de magia y misterio, muchos saludos y te agradezco tu comentario
Eliminarthank´s!!
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