Este espacio fue concebido mientras pasaba largas horas escribiendo con pasión, pensamientos que fluían como ríos de tinta,; fruto de sentimientos y nostalgia.
Su único propósito fue siempre el de expresar a través de líneas escritas con el corazón, sentimientos que amenazaban con desbordarse.
Al paso del tiempo, el arrebato que inspiró esto, dejó de ser protagonista principal, pero jamás dejó de ser mi razón de escribir.
Con los años, mi mente me sigue llevando hacía él.
Y es por ello que mis letras siempre llevarán en el fondo de su orígen, una huella que representa mi amor hacía esa primigenia inspiración.
Más la vida sigue, otros apegos están por manifestarse, y se abren paso otros lugares donde depositar el corazón, donde plantar las ilusiones, donde ver crecer la esperanza.
Del ayer, del ahora, y tal vez del mañana continuaré hablando...
Este es mi espacio: eternamente en construcción, sin un plan maestro y estás mis crónicas...




sábado, diciembre 14, 2013

El cucharón de plata ( o cómo no subestimar a las madres)

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


Federico vivía, en un apartamento con Carla.
Ante los ojos de la familia de Federico, Carla solo compartía apartamento con Federico...
Nadie podía demostrar otra cosa. Un día, Federico invita a su madre a cenar a su apartamento de soltero.
Durante la cena la madre no pudo quitar su atención en lo hermosa que era Carla, la compañera de apartamento de su hijo.
Durante mucho tiempo ella había tenido sospechas de que su hijo tenia relaciones con Carla y al verla, la sospecha no pudo sino acrecentarla.

En el transcurso de la velada, mientras veía el modo en que los dos se comportaban, se pregunto si estarían acostándose. 
Leyendo a su madre el pensamiento Federico le dijo:
- "Mamá, sé lo que estas pensando, pero te aseguro que Carla y yo sólo somos compañeros de apartamento"

Aproximadamente una semana después, Carla le comenta a Federico que desde el día en que su madre vino a cenar, no encontraba el cucharón grande de plata para servir la sopa. Federico le dijo que, conociendo a su madre, dudaba que ella se lo hubiese llevado pero que le escribiría una nota, y que la dejaría en un lugar visible en la casa de su madre... en la puerta de la nevera. Así que se sentó y escribió:

"Querida mama: No estoy diciendo que tú cogieras el cucharón de plata de servir la sopa, pero tampoco
estoy diciendo que no lo hicieras, pero el hecho es que éste ha desaparecido desde que tu viniste a cenar a mi apartamento.
Con todo cariño, Federico."

Unos días mas tarde, sobre su escritorio Federico encuentra una nota de su madre que decía:

"Querido hijo: No estoy diciéndote que te acuestas con Carla o que no te acuestas con Carla, pero el hecho es que si Carla se acostara en su propia cama, ya habría encontrado el cucharón de plata para servir sopa, que yo puse bajo sus sábanas
Con todo cariño, mamá."

Moraleja: a tu madre no la haces pendeja.

montse_rocco@hotmail.com

2 comentarios:

  1. Una buena lección. Una madre es una madre....

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    Respuestas
    1. Así es querida Amalia, las mamas siempre nos llevarán la delantera.
      Un saludo con afecto y gracias por pasar.

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